Miguel Ríos y Víctor Manuel unieron el pasado fin de semanas sus voces para participar conjuntamente en un concierto en Asturias a favor de Medicos Mundi. Además de sus voces, estuvieron acompañador por una orquesta de cámara.

Este fue un concierto solidario. ¿El mundo se arreglará a golpe de solidaridad ciudadana?

Vivimos una época mala para medio planeta. En España también. Primero hay que corregir lo corregible con acciones ciudadanas competentes y también arrimar el hombro con los sectores que siempre están en crisis, la solidaridad con los más débiles.

Ya hay experiencias de rockeros con orquesta...

Ya lo creo; yo mismo, en el homenaje que hice con Ana Belén a Kurt Weill. Este maridaje entre músicas enriquece. La verdad es que el ser humano se va cultivando. Si yo hubiera hecho algo de esto en todos estos años de rockero furibundo que solo tenía las orejas del rock... Yo cambié mucho en todo este tiempo respecto a las músicas; y es cierto, como dices, hay muchas experiencias rockeras con sinfónica, incluidos "Metallica"; en ese sentido la música ha sido portadora de mestizajes y ahora es una oportunidad de cambiar la rutina, de cambiar guitarra, batería y teclado por los instrumentos de una sinfónica.

Con Víctor Manuel ya tuvo más trabajos conjuntos, giras y discos...

Me nombraron rockero oficial de aquello, pero, aparte de lo rockero, era muy transversal. Los cuatro éramos extensión de unos y otros. Yo con Serrat ya había cantado en "Qué noche la de aquel año". Con Víctor es especial; es un hacedor de buenos ambientes. Donde está hay buen rollo, todo lo que es de parco lo tiene de bueno; tiene un corazón al que le sobran las palabras. La última vez con él fue en el Niemeyer. No veía Avilés desde los bolos de las ferias. Y ver el cambio fue muy interesante.

¿Su gira de retirada ha sido definitiva o una baja temporal?

Retirarte despierta en la gente ciertas pasiones agradables. En cierta manera siempre he fantaseado con mi vida y lo previsto siempre me ha salido. Con 25 sólo quería pasiones y andar tras las faldas de las chicas, y ahora lo que quiero es ser coherente con mi edad. Hay gente más joven a la que le parece muy bien lo que hago. Y he ido cabalgando sobre los que quieren asimilar las corrientes y adaptarlas a mí, la longevidad deja poso. Y eso todo lo puedes devolver con cosas como las de Medicus Mundi.

¿Qué echa en falta de los viejos tiempos?

No, la nostalgia no entra en mis planes. Ahora estoy escribiendo mis memorias y probablemente esté más a flor de piel la ligazón con el pasado. Miro poco atrás, porque te puedes encontrar con una bofetada sobre algo que ya pasó, y somos dados a cultivar la culpa porque nos hemos criado en colegios de generar culpables. La nostalgia es un acto baldío del ser humano. Además, nos proyectamos al futuro sin pasar por el presente y nos olvidamos de vivir el ahora. Y así perdemos momentos de vida.

Si le pregunto por su mejor tiempo artístico, usted me dice...

Hay diferentes apreciaciones del tiempo artístico, yo creo que para la gente fue el "Rock & Ríos", "Rocanrol bumerang", "Extraños en el escaparate"... Luego hay una leve caída en la percepción; pero creo que mi cúspide está en "Rock en el ruedo", y no funcionó del todo, aunque hubo sitios en que sí; en Madrid tenemos el récord de asistencia. Ni siquiera el Cordobés en sus mejores tiempos (bromea). Ahora revisando vídeos de ese concierto parece que no es verdad.

¿Cómo está el género del rock?

Después de pasar la bendición de los sesenta, un tiempo imborrable, un cambio de cultura importantísimo con el que rompimos con la cultura del padre, se ganó la mayoría de edad... Fue importante y anímicamente estuvo muy bien. Yo creo que ahora se puede encarar el rock desde el conocimiento de un método o escuela.

¿Como en otros ámbitos de la cultura?

Sí, es interesante ver que hay gente que tiene sus influencias, como en la literatura un escritor se inspira en el realismo mágico, por citar, y, efectivamente, otros ámbitos de la cultura. Ahora los músicos tocan mejor y los autores hacen muy buenas letras, gente como Quique González e Iván Ferreiro, que cuenta la realidad de una forma peculiar y acertada. Desde Sabina no había autores así.

Y usted, ¿de quién es en esto del rock and roll?

Elvis para mí fue la caída del caballo camino de los almacenes Olmedo. Allí lo escuchaba. Luego los demás. Elvis. Me dije: "Esto una nueva fe, y hay que seguirla".

¿Quedan aliados de la noche e hijos del rock and roll?

Yo creo que la gente me quiere, y eso percibo; y quiere también al género.