En 'Confesiones de un artista de mierda', el último disco de Iván Ferreiro, el exvocalista de Los Piratas recopila los grandes temas de su carrera. Irreverente, sincero y auténtico en sus letras, sigue .

-¿Lo de 'artista de mierda' es en sí misma la primera confesión?

-Supongo que sí es la primera confesión, Confesiones de un artista de mierda va sobre reírme un poco de mí mismo y de lo que he hecho hasta ahora. Tampoco tengo muchas cosas que confesar, pero esas canciones son lo que me ha ido acompañando durante estos años y si tuviera que confesar algo, me parezco mucho más a un artista de mierda que a un artista. No soy un músico, sólo soy alguien que escribe canciones.

-Pero lleva más de 20 años sobre los escenarios...

-[Risas] La verdad es que yo sigo sorprendiéndome de que no me hayan echado todavía. Los discos van de mano de mi vida personal, y la carrera se hace canción a canción, y es lo que yo pretendo. Yo sigo con la sensación de que me van a mandar a la mierda cada año, y creo que de eso va este trabajo.

-Y el público también ha llegado hasta aquí con Iván Ferreiro.

-Muchos han crecido conmigo, pero también hay público que va apareciendo, desde los que seguían a Los Piratas hasta ahora. El público se va renovando y cuando aparece gente joven en los conciertos, da la sensación de buena salud en mi música, es una maravilla.

-¿Cree que las letras están aún más de actualidad que en 'Picnic Extraterrestre' y 'Mentiroso Mentiroso'?

-Creo que algunas letras van pillando mucho sentido ahora. Aunque es sencillo, están escritas para que sirvan un poco para todo, porque aunque la gente crea que las escribimos con un ánimo especial, realmente lo hacemos pensando en muchas otras cosas.

-Sus letras son más ácidas ahora, ¿cree que la situación actual lleva también a los artistas a ser más críticos?

-Yo creo que ya no estamos en los tiempos en los que la música podía cambiar el mundo, pero aunque no podamos cambiar el mundo con canciones, al menos podemos disfrutar con canciones.

-Con los metales y la banda, las canciones antiguas suenan renovadas, ¿están adaptadas al Iván Ferreiro que las canta ahora?

-Ya no soy la misma persona que era cuando se grabaron esas canciones y tenía ganas de un cambio, de poder cantarlas y encontrarme con ellas de otra forma. Para ello están Suso Saiz y Ricky Faulkner, para transformarlas y para ayudarme a expresarme mejor y encontrar una forma de cantarlas ahora.

-Siempre ha buscado alternativas para llegar al público a través de internet. ¿Cree que en la innovación está la clave?

-Para sobrevivir en la música lo que hace falta es mucha suerte, más allá del talento o la falta de él. Yo cada año trato de hacer cosas que me diviertan, pero no creo que haya un secreto, se trata de hacer canciones, llevarlas a la gente y cada año buscarse un poco la vida.

-El último disco está grabado en un decorado que representa una habitación de hotel, ¿es parte de esa búsqueda?

-Queríamos hacer un disco grabado en directo, no un directo, pero la idea era que no se vieran sólo cables y aparatos. Como estamos siempre de viaje viviendo en hoteles, creímos que esta ambientación era importante para contar una historia que acompañara a las canciones en el DVD.

-Desde el principio ha sido un usuario activo en Twitter, ¿qué le aportan las redes sociales?

-Son parte de una realidad que tenemos delante. Yo las uso para divertirme y para promocionar cosas. Creo también que es una obligación de los tiempos, es lo que nos toca usar. A mí me aporta sobre todo mucha diversión y tengo un acceso más directo al público.

-Este disco recopila algunos de los grandes temas y rescata canciones de Los Piratas. ¿Marca el final de una etapa?

-No sé si se trata del final de una etapa, eso sólo lo sabremos con el próximo disco, veremos si hay algún cambio o sigo siendo el mismo enfermo, pero sí que había una necesidad de repasar todos estos años de trabajo.

-¿Cómo se siente al tocar las canciones de Los Piratas después de tantos años?

-Después de tenerlos abandonados durante una temporada, es un placer recuperarlos, y la gente también los disfruta. Sí que hubo un momento de cierta melancolía cuando los comenzaba a tocar, pero ahora que ya los tengo interiorizados, no pienso demasiado en el pasado y sí mucho en el presente.

-¿Y qué papel juegan las dos canciones nuevas en el disco, 'Mi Munchausen' y 'Canción de Amor y Muerte'

-Me apetecía que el disco también incluyera temas nuevos, que sirvieran de aliciente, para saber por dónde vamos a ir tirando. Además, son dos canciones absolutamente apuestas.

-El DVD del último disco tiene dos partes, una con banda y una acústica. ¿Cómo se viven las diferencias en los directos?

-Durante el último año hemos llevado a casi todos los conciertos el formato acústico, porque además de recuperar en el disco las canciones, decidimos llevarlas a un sitio mucho más pequeño. La respuesta del público con los acústicos fue tan buena que decidimos quedarnos con este formato.

-Y además te atreves también con el piano...

-El piano me ha acompañado siempre durante este último año, nunca había usado el piano y ahora estoy totalmente volcado en ello. Adaptar los temas es gratificante y es una forma divertida de llevarlos que me está dando mucha vidilla.

-Pero en los directos te define tu gestualidad escénica y tu forma de vivir la música.

-Una canción cuando vive realmente, cuando se convierte en un ser vivo es cuando hay gente delante. Yo me siento en el escenario y trato de llegar al público todo lo que puedo, espero a que la canción cobre vida propia. Se trata de seguir una secuencia que es la letra, de emocionarme al hacerlo y de llegar a transmitir algo y eso funciona cuando el público está delante.

-Hay quien asegura que el pop y sobre todo el indie español está en una nueva época dorada, ¿es el momento de apostar por los grupos españoles?

-Creo que a nivel creativo en el pop español hay muy buena salud. Cada año se va mejorando.