Toneladas de polvos de colores convirtieron ayer Samil en un enorme arco iris en la quinta edición de la "Holi Life" (anteriormente denominada "Holi Run"), un encuentro lúdico-deportivo que congregó a más de 12.500 personas, según la organización -aunque había un dorsal que superaba el 13.050-, que votaron hasta la extenuación al ritmo que marcaban desde el escenario Noemí Latorre, responsable del evento, y tres instructoras de zumba de Vigo. La ciudad batió así un nuevo récord de asistencia en la que es la carrera de colores más importante de Europa y que ayer obligó a cortar el tráfico en la avenida de Europa.
Rosa, rojo, verde, amarillo, azul... Las canchas de tenis y la avenida de Samil fueron cubriéndose de polvos multicolor, mientras que los dorsales coreaban las letras de las canciones, saltaban y bailaban, ocultos por una paleta de color, y recorrían los cinco kilómetros de la probablemente sea la única carrera que se puede completar también andando. "Pareces un Picasso", le decía una joven a su amiga. Y como sorpresa este año, un baño de brillantina. La organización tenía preparada otra sorpresa que, a causa de la amenaza de lluvia, se pospuso para la próxima edición, ya conformada, de esta fiesta de color.
Así fue la explosión de color en Samil. // A . Santos
Muchos se armaron con gafas de sol, imprescindibles ayer no para protegerse del sol, que apenas se asomó, sino de una lluvia de polvos de colores que caía desde todas las direcciones. Según la organización, se arrojaron diez toneladas de polvos "Holi Life", que en realidad son harina de maíz coloreada, importados de la India, país de donde también se ha traído esta tradición, durante la que hombres y mujeres, ricos y pobres, niños y mayores se unen para celebrar juntos la entrada de la primavera. La "Holi Life" es, ante todo, un canto a la vida y a la alegría, según Latorre.
Para participar no hay límites de edad; ni siquiera de especie, porque el evento está también abierto a las mascotas. El participante con más edad que ha participado en una "Holi Life" tenía 87 años, y el más pequeño, meses. También en el atuendo Por eso, ayer en Samil se dieron citas parejas jóvenes con sus pequeños, y abuelos con sus hijos y nietos, aunque los grandes protagonistas fueron los jóvenes, pandillas de amigos, móvil en mano, que inundaron las redes sociales de imágenes de la "Holi Life" viguesa y que, como un ejército, acataron las indicaciones de Latorre.
Un arco iris toma Samil. // Marta G. Brea
Exceptuando la camiseta del evento que se incluye en el "kit" de cada participante, el atuendo es libre, y muchos dorsales no dudan en combinar las zapatillas de deporte y las mallas con tutús de colores, collares hawaianos, orejas de gato, pelucas y pelucones, crestas de punkies, antenas de marciano y sombreros de paja. "De lo que se trata es de hacer lo que no puedes hacer cualquier otro día del año", explica Latorre.
En esta peculiar carrera la frase de "Lo importante no es ganar, sino participar" adquiere sentido pleno, ya que no tiene clasificaciones ni podio. La parte deportiva de "Holi Life" consiste en recorrer, corriendo o caminando, los cinco kilómetros del circuito instalado en la avenida de Samil, pasando por debajo de las puertas de color situadas cada un kilómetro y ue, por supuesto, suponen una nueva ducha de color. Los dorsales salieron en varias tandas desde la explanada de Samil, animados por el alcalde, Abel Caballero, y el concejal de Deportes, Manel Férnandez, a golpe de extintor de polvos, claro.
