El periodista y presentador José María Íñigo, una persona clave y legendaria en la historia de la radio y la televisión en España, falleció ayer en Madrid a los 75 años. "La gente me ha interesado siempre más que el paisaje, la gente es vida, inquietud, la gente lo es todo. Viajo en busca de gente interesante y pongo el paisaje a su alrededor", escribía en 2004. Íñigo, el hombre de la gente, un hombre interesante, ha quedado en la memoria de millones de españoles.

Íñigo será recordado, además de por su personalidad y su popular bigote, por su vinculación con el festival de Eurovisión y por el programa de TVE "Directísimo" con el que consiguió que 34 millones de españoles vieran cómo Uri Geller "doblaba" cucharillas con el poder de su mente, y fue TP de Oro 1975.

El periodista, nacido en Bilbao el 4 de junio de 1942, ha sido para varias generaciones de españoles una de las imágenes de los años setenta y de la transición a la democracia. Su familia informó a través de un tweet que "murió como quería, durmiendo".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expresó su sentido pésame a la familia y amigos de Íñigo, un "gran locutor" del que destacó su estilo propio y su dilatada experiencia en los medios de comunicación.

A través de un mensaje en su cuenta de Twitter, Rajoy también se refiere al periodista como "comunicador inconfundible" y concluye con la afirmación de que ha sido "un maestro para muchos".

La Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión lamentó la muerte de Íñigo, un profesional "irrepetible" que recibió en 2010 el premio "Toda una Vida" de la institución.

La periodista Pepa Fernández, directora y presentadora del programa de RNE "No es un día cualquiera", indicó que fue "una sorpresa" el fallecimiento de José María, quien colaboraba con ella desde hace 18 años, ya que a pesar de que "estaba malito nunca pesamos que iba a ser tan rápido".

Fue un profesional "riguroso y valiente en tiempos nada cómodos" como fueron el final de la dictadura y el comienzo de la democracia, según evocó ayer su amigo el musicólogo y etnógrafo Joaquín Díaz.

"Recuerdo que en esos tiempos comenzó a trabajar también en un programa de televisión que se llamaba 'Directísimo'. Justamente lo que tenía mérito, y él había aceptado el reto con todas las consecuencias, era que podía decir o hacer algo inconveniente cuando todavía era costumbre llevar tapabocas en vez de bufanda", ha explicó ayer tarde.

María Teresa Campos se refirió a su colega como "el gran gurú de la música" en España y la persona que "trajo a los más grandes" de ese mundo a este país.

La presentadora, que fue ayer tarde el primer rostro célebre en acudir al Tanatorio de La Paz, en Madrid, acompañada de Edmundo Arrocet, destacó además "el grandísimo honor" que supuso trabajar con él en "Qué tiempo tan feliz".

Muchas más horas en platós compartió Íñigo con Arrocet, quien rememoró que empezaron a colaborar juntos en infinidad de programas a partir de 1973.

El presentador de televisión Jesús Vázquez destacó: "Fue "un grandísimo honor haber tenido la suerte de trabajar y aprender" a su lado.

El conductor de "Los 40" Tony Aguilar, sustituto de Íñigo como comentarista de Eurovisión, ha resaltado la figura del periodista fallecido, al que ha calificado de "maestro y leyenda de la comunicación". La artista Ángela Carrasco recordó a las puertas de la capilla ardiente que antes de su salto a la fama con "Jesucristo Superstar", fue Íñigo quien le dio su primera oportunidad como intérprete musical.

Hijo de un obrero metalúrgico, cursó estudios de bachillerato y con 15 años comenzó a trabajar en Radio Bilbao y, más tarde, en "La Gaceta del Norte" y en la sección de Reportajes de la Agencia EFE.

Durante tres años trabajó en la BBC de Londres y en radios del Reino Unido. Cuando regresó a España se dedicó a escribir en revistas sobre temas musicales y realizó trabajos como "disck-jockey".

Del modelo inglés se trajo la moda de las listas de éxitos musicales, puesto en práctica en 1966 en "Los 40 principales" de Radio Madrid (SER), donde trabajó como comentarista musical. También en esta emisora participó en "El musiquero" y "El Gran Musical".

Desde 1969 hasta 1975 presentó y dirigió en la segunda cadena de TVE "Estudio abierto", que luego reapareció desde 1982 a 1985. Con este programa le llegó la gran popularidad y el reconocimiento con el TP de Oro al mejor presentador en 1974 y 1983.

Presentó distintos programas en horas de máxima audiencia televisiva como "Directísimo" (desde 1975).