El Rey de España es también el rey de la pista de esquí. Felipe VI aparcó por unos días sus obligaciones para escaparse con unos amigos a la estación oscense de Aramón Formigal-Panticosa, donde dio rienda suelta a su pasión por el esquí.

El monarca aprovechó el buen momento de la estación oscense, que tenían más de 2,5 metros de espesor de nieve con calidad polvo, para hacer esta escapada en solitario, sin su familia. Consumado esquiador, don Felipe estuvo acompañado en las pistas por Antonio Gericó, director general de la estación.

Antes de este fin de semana, la última vez que se había podido ver a Felipe VI esquiando había sido en febrero de 2017. En aquella ocasión, el monarca acudió ala estación de Astún, en Jaca, acompañado por la Reina Letizia y por sus dos hijas, Leonor y Sofía.

Los Reyes se habían desplazado a la estación aprovechando que las infantas estaban en Astún con motivo de un viaje de estudios, en plena semana blanca escolar.

Aquella ocasión fue además muy especial para las dos niñas, toda vez que se trataba de su primera experiencia practicando el deporte del esquí. Aunque el Rey disfruta compartiendo esta afición con su familia, también es frecuente que haga salidas en solitario a las pistas. Sin ir más lejos, don Felipe ya acudió en 2014 a esta misma estación de Formigal, donde además aprovechó para apoyar a la selección española sub-20 de hockey, que disputaba en Jaca el Campeonato del Mundo de división II, donde logró la plata.