El meloso acento canario se acentúa en la conversación. Rosana Arbelo Gopar (Arrecife, Lanzarote) habla como canta, con una voz que te envuelve y se llena con mensajes de calado. Tras más de 10 millones de discos vendidos en todo el mundo, asegura que "En la memoria de la piel" es su "primer álbum importante de verdad". Mañana (21.00 horas) lo presentará en Pontevedra.

-¿Qué es lo que se guarda en la memoria de la piel?

-Quiero destacar la libertad que tiene la piel de emocionarse y de avisarnos de que nos hemos emocionado. Ésa es la memoria de la que hablo, la que se activa, no ya por los recuerdos que se puedan tener, sino por las emociones; de esa memoria libre y absolutamente anárquica que hace lo que quiere sin que lo procese la cabeza.

-¿Es una sensibilidad que escapa de las convenciones con las que cada uno se obliga a responder?

-Claro. Cuando respondemos a las cosas que se nos van planteando se desarrolla un proceso que analiza nuestra cabeza. Lo único que uno no puede controlar es que la piel se te erice. No es algo que uno pueda decidir con la cabeza. La piel tiene su propio camino y su propio aprendizaje. Me atrevería a decir que la piel es la única que funciona libre en el ser humano. Es absolutamente emotiva y es un idioma universal que es común al ser humano y eso me hace pensar que tenemos más cosas que nos unen que cosas que nos separan.

-Con permiso de "8 lunas", este álbum rompe un silencio creativo de cinco años.

-Hubo cinco años entre los dos últimos discos inéditos. Por el medio estuvo "8 lunas" un disco de duetos grabado en estudio y hubo una gira de casi dos años y medio. Consideramos que era el momento de hacer algo más de concepto, de hecho no he parado. La palabra vacaciones me suena, pero no la conozco.

-¿Hay ocasiones en las que cuesta levantarse de la cama y empezar?

-Muchas. Cuando abres los ojos y ves cómo está el mundo, te invade y te acabas contagiando. Estamos en un punto muy frágil. Hay días en que la tristeza te ahoga y cuesta levantarse. Soy una persona con mucha emoción y me pasa que, cuando caigo, caigo mucho, pero me levanto rápido.

-No olvidarse de olvidar, ¿es un hábito muy sano?

-Claro. No solo es sano, sino necesario para estar bien con todo lo demás. Es importante para superar etapas.

-Este álbum incluye once canciones, pero usted escribió cincuenta, ¿cómo fue ese proceso de selección?

-Siempre es el mismo. Cuando acabo el repertorio, me junto con la familia y los amigos, con personas que se dediquen a cosas ajenas a la música. Les doy una hoja con los títulos de las canciones y les voy cantando trocitos y que ellos vayan votando con lo primero que les llega.

-Usted está familiarizada con el éxito, aún así ¿ha superado las expectativas con este disco y esta gira?

-Creo que estamos ante mi primer álbum importante de verdad, estamos ante mi mejor álbum y es algo que nunca he dicho de mis otros discos. Por lo tanto, estamos también ante mi mejor gira, que es espectacular a todos los niveles.

-"En la memoria de la piel" sale veinte años después de aquellas "Lunas rotas", ¿cómo han madurado Rosana y su música?

-La música es como nosotros, un elemento vivo. Lo que no tengo muy claro es si la música va madurando o rejuveneciendo. Lo que está claro es que es cambiante y se va adaptando al momento en el que estás, a todas las emociones que te van vistiendo en cada momento y que aparecen en forma de canciones, en un papel en blanco y te dejan absolutamente en pelotas. Cada uno de mis discos es un fiel reflejo de las etapas que he ido pasando.

-¿Serían como capítulos de su biografía?

-Exactamente, es un poco eso. No soy una persona de pasearme siempre por un único estilo o género musical. Desde siempre, desde "Lunas rotas" he ido vistiendo las canciones con el ropaje que necesitaban.