Si hay alguien que sabe cómo explotar la etiqueta del "hecho en?" esa es Italia. Y si hay alguien que afina todavía más y saca todo el jugo de ese "made in Italy" es su industria del calzado. Así lo ha vuelto a demostrar la 85 edición de Micam, la feria de calzado de Milán y una de las más importantes y prestigiosas del mundo. "Si no estás en Micam no eres nadie", afirman la mayoría de expositores y asistentes a esta cita, que cerró sus puertas este martes con un 22% más de asistencia que en la edición que se celebró el pasado mes de septiembre. Además, según la organización, el 60% de este público fue extranjero, lo que demuestra el gran atractivo que tiene para el mundo el calzado realizado en Italia. ¿Por qué? Porque es Milán, una de las capitales de la moda más importantes del mundo, la que dicta -o recomienda, como cada uno quiera interpretarlo- las tendencias que llenan los armarios y los escaparates cada temporada. Y Micam ha dado su veredicto para el próximo invierno 2018-2019: el zapatero se llenará de zapatos de piel y con efecto pelo, de "sneakers" y botas realizadas con tejidos tecnológicos, y de brillos en todas sus expresiones.

Las firmas de lujo, los conglomerados comerciales, el calzado deportivo y el infantil compartieron protagonismo en esta cita, en la que 185 expositores eran españoles.

Las firmas de lujo confirman que en el "mix" está la clave. Tejidos como la felpa, los tartanes, las sedas o el raso se apoderan de los diseños más elegantes, combinados con broches, pedrerías y brocados. El pelo, tanto el tipo borreguillo como el largo pony, viste botas, mules, stilettos, zapatillas de deporte y palas de playa.

El "made in" tiene todavía mucho que decir. En Italia, en España y en el mundo entero.