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Pedroche se descorcha en Nochevieja

La presentadora de las campanadas lanza un discurso feminista antes de exhibir un mono transparente que ocultó hasta el último minuto

Pedroche se descorcha en Nochevieja

El suspense en Nochevieja tiene nombre y apellido que descorcha las expectativas: Cristina Pedroche. Y su vestido. O su desvestido. Habituados a la rutina de cada año, y caída ya la capa de Ramón García bajo el espumillón de los lugares comunes, los telespectadores que aguardan con las uvas en la mano las eternas explicaciones sobre campanadas y precampanadas con el aliciente de ser testigos de un acontecimiento que hace correr ríos de tinta tontaina durante semanas. Objetivo: qué llevará puesto esta estrella de la pequeña pantalla a la que buscan pareja gastronómica que no haga sombra. Alberto Chicote, sin el cabreo al grill que le hace triunfar entre fogones, sabe cuál es su sitio y no se sale ni un milímetro de su papel secundario. Las nocheviejas televisivas ya no son lo que fueron desde que se quemó la empanadilla de Martes y 13 y los canales se ponen pesaditos con las explicaciones de la mecánica relojera para que no pase lo que pasó en 1989 con la desdichada Marisa Naranjo y entremos en el nuevo año con la uva cambiada. Con Anne Igartiburu repitiendo semblante y José Mota repartiendo gags, la gran intriga para pasar al nuevo calendario se sustenta en una mujer que se enfrenta al frío de la Puerta del Sol con más transparencias y suspense que Alfred Hitchcock. Dirán los mal pensados que su bravo discurso feminista de la última noche del año ("No es no y nos queremos vivas") tenía una función suplementaria de blindaje contra quienes critican el lucimiento epidérmico como muestra de sexismo en toda regla. O sea: la mujer como reclamo a partir de su apariencia y el exhibicionismo anatómico. Su primera aparición, en 2014, abrió el juego de las intimidades expuestas. Un año después, 20.300 diminutos cristales cosidos a mano ocupaban posiciones estratégicas. Y el año pasado un corsé y una capa transparente y estrellada se abrían paso con pico y cava en las redes sociales para ser tre(me)nding topic. Los interesados en los entresijos de la moda ya sabrán a estas alturas del año 2018 que Pedroche vestía bajo un abrigo rojo un monísimo mono creado por Hervé Moreau con transparencias y aplicaciones de encaje y chantilly, inspirado en el vestido "Caraola" que pudo verse en el marco del desfile del 50º. aniversario de la firma Pronovias. Dos metros de tul y dos de encaje bordado con hilo de seda. Doscientos brillantes de cristal. El próximo año, más. O menos.

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