El estado de salud del artista luso Salvador Sobral, ganador de la última edición de Eurovisión, empeora por un fallo renal, dos semanas después de recibir un trasplante de corazón. Fuentes cercanas al cantante precisaron que se contempló recurrir a la diálisis, aunque se descartó porque respondió bien a un medicamento que le administró el equipo médico. Aún así, está ingresado en la unidad de cuidados intensivos.

Los avances del cantante, muy celoso de su intimidad, despiertan mucho interés en Portugal, donde son frecuentes los rumores sobre posibles complicaciones o contratiempos durante su convalecencia tras recibir un corazón compatible el pasado 8 de diciembre, algo que las fuentes hospitalarias desmintieron ayer con rotundidad.

El entorno del artista nunca ha comentado la salud del vencedor de la última edición de Eurovisión, e incluso en sus primeros comunicados, el hospital siempre precisó que divulgaba informaciones con la autorización expresa del cantante.

Sin embargo, otras fuentes insistieron ayer que su evolución es constante y que no ha habido cambios desde que el pasado lunes el Centro Hospitalario de Lisboa Occidental, donde se encuentra ingresado, informara de que se encontraba "claramente mejor y con muy buena disposición, en las condiciones habituales de aislamiento de los trasplantes".

Las fuentes agregaron que, desde que Sobral fue operado el 8 de diciembre, "no ha habido ninguna complicación" en su recuperación y que, tal y como se dijo el pasado 12 de diciembre, ha comenzado ya un programa de fisioterapia y rehabilitación.

Sobral, de 27 años, venció la última edición del concurso con la balada "Amar pelos dois" (Amar por los dos), compuesta por su hermana, Luísa Sobral.

Este éxito ha propiciado que la próxima edición se celebre en Lisboa, que acogerán en el estadio Altice Arena las semifinales los días 8 y 10 de mayo de 2018, y la final el día 12.