Los restos de Salvador Dalí, que tras su muerte fue embalsamado y enterrado en una cripta en el centro del Teatro-Museo de Figueres, fueron exhumados anoche en un ambiente de máxima expectación por una comitiva judicial que debe confirmar si el ADN del artista coincide con el de Pilar Abel. Esta vecina de la capital ampurdanesa asegura que Dalí es su padre biológico y, después de años de litigio, la magistrada María del Mar Crespo, del juzgado número 11 de primera instancia de Madrid, ordenó el pasado 26 de junio que se procediera a comprobar la veracidad de esa afirmación. Para conocer si lo que sostiene la supuesta hija de Salvador Dalí es verdad, Crespo firmó un exhorto que se ejecutó con la entrada de la comitiva judicial en el Teatro-Museo para extraer muestras de los restos del pintor. Previamente, Pilar Abel se sometió el pasado 11 de julio en Madrid a una extracción de saliva con la que cotejar el ADN del artista.

Los forenses y representantes judiciales que, a partir de las 20.15 horas, accedieron al interior del Teatro-Museo-vetado a los numerosos medios de comunicación-, tuvieron como principal obstáculo para llevar a cabo su labor levantar la losa bajo la que descansa Salvador Dalí, de una tonelada y media de peso. La Fundación Gala-Dalí intentó durante el último mes que se diese marcha atrás a la orden de exhumación mediante un recurso presentado por el bufete Roca Junyent.

Sin embargo, tanto éste como el que presentó la Abogacía del Estado, ya que el Ministerio de Hacienda es propietario del legado daliniano, se resolverán con posterioridad, al haber faltado tiempo para resolverlos.

Medios de información de todo el mundo siguieron la exhumación rodeados de centenares de vecinos y turistas que asisten al revuelo mediático frente al Teatro-Museo.

El abogado de Pilar Abel, Enrique Blánquez, una de las personas que entraron al museo con la comitiva, explicó que los resultados forenses se conocerán, según sus cálculos, en unas dos semanas.