| Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, iniciaron ayer en Berlín su visita de tres días a Alemania, en una jornada en que alternaron la agenda política y el protocolo con la cercanía en diversos encuentros con los ciudadanos de la capital alemana. Procedentes de Polonia, Guillermo y Catalina aterrizaron en el aeropuerto de Tegel con sus dos pequeños hijos, Jorge, de cuatro años, y Carlota, de dos, que recorrieron de la mano de sus padres la alfombra colocada sobre la pista para recibirlos. Guillermo y Catalina llegaron a la Cancillería sin los niños para compartir un almuerzo con la canciller alemana, Angela Merkel, con quien saludaron a las decenas de curiosos que se habían acercado al lugar para verlos. Se trata del segundo encuentro de Merkel con el duque de Cambridge, quien visitó la ciudad de Dusseldorf el año pasado para mostrar su apoyo a las fuerzas armadas británicas destacadas en Alemania. Tras el encuentro en la Cancillería, la pareja real visitó la emblemática Puerta de Brandeburgo y el cercano monumento en recuerdo del Holocausto, donde también tuvieron ocasión de saludar y ser saludados por berlineses y visitantes.