| Enrique Iglesias llenó anteanoche los campos de sport de El Sardinero, en Santander, en un concierto que congregó a 30.000 personas, según dijo el propio cantante, pero que acabó con un sonoro pitido de todo el estadio, en protesta por su marcha intempestiva y sin despedirse del público.El de Santander era el único concierto de Iglesias este verano en España. El artista cumplió de inicio al ofrecer al público algunas de sus canciones más conocidas, como "Bailamos", "Loco" o su último "hit": "Súbeme la radio". Tras interpretar "I like it", y sin siquiera despedirse del público, Enrique Iglesias abandonó las tablas y la luz se hizo en El Sardinero, con todo el público esperando por los "bises". Pero Iglesias no volvió al escenario, lo que indigno a los seguidores, que comenzaron a pitarle. Algunos incluso levantaron sus manos mientras gritaban "Manos arriba, esto es un atraco" o "fuera, fuera". Cuando se inició el desmontaje del escenario, noventa minutos después del inicio, el público comenzó a abandonar el recinto, todavía incrédulo ante la actitud del cantante por negarse a volver al escenario para despedirse de sus fans.