TFamiliares y amigos de la artista Paquita Rico dieron ayer ayer el último adiós en el tanatorio de Sevilla a la actriz y cantante, que falleció el domingo a los 87 años.

Su sobrino Esteban Rico, que ha ejercido como portavoz de la familia, dijo que su tía "no ha sufrido" y que ha estado junto a su familia hasta su muerte, poco antes de las ocho de la tarde en el Hospital Infanta Luisa de Triana.

Sus cenizas se trasladaron y depositaron en el columbario de la capilla de la hermandad de la Esperanza de Triana, de la que Paquita Rico era hermana "de toda la vida".

El sobrino recordó que la folclórica, que no tuvo hijos, ha vivido los últimos siete u ocho años en Sevilla con su familia.

Otra sobrina, Rocío Rico, ha destacado que se ha ido la "trianera de bronce", como ha dicho que ella querían que la llamasen y la llamaban desde que era pequeña.

Su sobrino ha asegurado que era una persona "muy cercana", que "quería a sus sobrinos como si fueran sus hijos" y ha lamentado que "siempre se vayan las más grandes".

Isabel Pantoja y su familia enviaron dos coronas de flores al tanatorio, donde se concentraron seguidores de la artista, a la que rezaron un padrenuestro.

Entre los trabajos más destacados de Paquita Rico en el cine, destacó su interpretación del personaje de reina María de las Mercedes en la película "¿Donde vas, Alfonso XII"?(1958), un éxito comercial que terminó por encumbrarla.

La artista debutó en el ballet español de Montemar junto a Carmen Sevilla y Ana Esmeralda. Con ella se va uno de los rostros más conocidos del cine de la posguerra, dejando cintas históricas, como "El balcón de la luna", dirigida por Luis Saslavsky, que reunió por primera y última vez en una película a las tres grandes artistas de la época: Paquita Rico, Lola Flores y Carmen Sevilla.

Tras protagonizar su última película, "El Cid cabreador" (1983), se mantuvo como tertuliana en el programa radiofónico "Directamente Encarna" e intervino en "Hostal Royal Manzanares" en 1997. Enviudó dos veces, la primera de ellas en 1965, del torero Juan de la Palma, y en 2002 de Guillermo Arsenio Arocha Fernández.