A pesar de que se cargaron de muy malas maneras a un protagonista que ni se dignó en dar la cara en el episodio que ponía punto final a su paso por la serie (¿tanto costaba haber fulminado a Rodolfo Sancho al final de la segunda temporada?), a pesar de que el capítulo de ayer se hizo lento en determinados momentos, a pesar de que Televisión Española torturó a los espectadores hasta la saciedad con un Cárdenas cansino y lacrimógeno que no calló hasta casi las once de la noche y a pesar de que los espectadores del canal internacional no pudieron ver el capítulo (Netflix tiene los derecho más allá de los Pirineos)? a pesar de todo eso, la serie "El Ministerio del Tiempo" ha vuelto a hacer su particular magia uniendo televisión en horario de máxima audiencia con cine e historia.

Un cóctel que, en principio, sólo cabría en La 2 pero que en las noches del jueves se tragaron con ganas más de dos millones de personas en el principal canal de RTVE. Los guionistas de "El Ministerio del Tiempo" consiguieron meter parte de la filmografía de Hitchcock en poco más de una hora haciendo más de una decena de "guiños" a sus icónicas películas. Estos son desgranados en la página de RTVE donde se ven los homenajes a Psicosis, Vértigo, La ventana indiscreta, Cortina rasgada o Soga bajo el título -muy acertado y acorde- de "Con el tiempo en los talones".

Lograron que hasta la Biblioteca Nacional tuiteara a las once de la noche hablando con los internautas seguidores de una serie. Y lo más importante: hicieron que se nos pasara la noche casi sin enterarnos.

Y es que, con sus fallos, "El Ministerio del Tiempo" ejemplifica lo que debe ser una televisión con vocación de servicio publico. Ayer la serie volvió, en su tercera temporada, a su cita con los espectadores correcta aunque, seguramente, pensando ya más en su difusión internacional que en el público doméstico. Los guionistas dejaron un poco de lado en este primer episodio la historia patria para centrarse en las películas de Hitchcock. Pero eso no es malo del todo.

Eso hace, en parte, que queramos más, que deseemos que llegue la próxima semana para volver a vivir los viajes a través de las puertas del tiempo. En su primer capítulo de la tercera temporada la serie tampoco ha olvidado crear un nuevo "villano": el obrero que escucha cintas en un walkman y detrás del que algunos han llegado un guiño a "Por 13 razones". Un hombre que, a buen seguro, hará de hilo conductor de toda la temporada, uniendo entre sí las diferentes misiones a las que se enfrente la patrulla.

Para este reinicio, el protagonista invitado fue el actor gallego José Ángel Egido ( Los lunes al sol, Los girasoles ciegos, Águila Roja) que dio vida al orondo cineasta interpretándolo con un inglés que sonó con un acento y pronunciación menos logrado que el de Aura Garrido (Amelia Folch).

En los próximos meses los "ministéricos" seguiremos disfrutando con los nuevos capítulos y con la incertidumbre de saber si habrá cuarta temporada. Que Netflix nos ayude.