Un nuevo libro aparecido en Francia asegura que el coche en que viajaba Diana de Gales cuando sufrió el accidente en el que perdió la vida en 1997 había sufrido años antes un accidente y se encontraba en malas condiciones para circular.

El libro "Qui a tué Lady Di?" ("¿Quién mató a Lady Di?"), precedido por una fuerte campaña de mercadotecnia y por un documental emitido anteanoche en la televisión francesa, confirma la versión oficial sobre la muerte de Diana y su novio, Dodi al Fayed, que atribuye las causas del accidente a la gran velocidad del vehículo y la embriaguez del chófer.

El documental "La increíble revelación" provocó la reacción airada de telespectadores en las redes sociales, recogida ampliamente por los medios franceses, al considerar que apenas aportó nada a una de las muertes más mediáticas de las últimas décadas.

Los periodistas franceses Jean Michel Caradec'h, Pascal Rostain y Bruno Mouron, autores del libro, hablaron con el antiguo propietario del Mercedes siniestrado en el parisino puente del Alma cuando trataba de huir de los paparazzi que perseguían a la pareja el 31 de agosto de 1997. Según ese testimonio, el coche había sufrido años antes un aparatoso accidente en el que llegó a dar varias vueltas de campana tras haber sido robado, por lo que fue declarado como "chatarra".

Sin embargo, el vehículo fue reciclado y vendido a la sociedad Étoile Limousine, que alquilaba coches con conductor principalmente al hotel Ritz, de donde salieron esa noche Diana de Gales y Al Fayed.

Un exconductor del Ritz explicó a los periodistas que el coche era muy difícil de controlar a partir de los 60 kilómetros por hora. Pese a ello, el perito policial que examinó el vehículo tras su accidente señaló a los periodistas que estaba en perfectas condiciones de uso.

Mientras, el príncipe Guillermo protagoniza la portada de una revista a la que ha concedido una larga y sincera entrevista y en cuyo interior se incluyen imágenes en blanco y negro junto a su esposa, Catalina, duquesa de Cambridge, y sus dos hijos, Jorge y Carlota.

El hijo del príncipe Carlos y Diana de Gales reflexiona sobre cómo le costó dos décadas asimilar la muerte de su madre y cómo le hubiera gustado que hubiera conocido a su mujer y a sus hijos. "Me ha costado casi 20 años llegar a esa etapa", admitió el nieto de Isabel II.

"Todavía lo encuentro difícil ahora porque en ese momento fue todo muy crudo. Y también porque no fue el dolor que puede sentir la mayoría de la gente, porque todo el mundo conocía la historia... todo el mundo la conocía", añade. "Me gustaría haber tenido sus consejos. Me encantaría que hubiera conocido a Catalina y hubiera visto crecer a los niños. Me entristece que no pueda ser, que nunca la conocerán", concluye.