La profesora de Lengua Brigitte Trogneux dejó a su marido, un bancario con el que tuvo tres hijos, para irse con un alumno 24 años menor que se había enamorado perdidamente de ella. La encarnación de la historia de amor que quita el sueño a muchos estudiantes de instituto. Ahora él es el nuevo presidente de Francia y ella, claro, la primera dama, la mujer de Emmanuel Macron. Es un gran prólogo para llenar páginas y páginas de prensa rosa. Además Trogneux no se va a ocultar.

"Cuando sea elegido, Brigitte tendrá su lugar, no detrás ni escondida, sino a mi lado, donde siempre ha estado", anunció Macron durante un mitin de campaña, en el que añadió que "la vida política es muy violenta para el entorno, los placeres narcisistas a menudo son solitarios, pero las dificultades las compartes". Ella siempre ha estado ahí. Forma parte de su equipo de colaboradores, le lleva la agenda y le revisa los discursos. Es la madurez que la falta él.

En Francia, la primera dama no tiene estatus oficial, su papel no se encuentra definido ni en la Constitución de 1958 ni en ningún otro texto legislativo. Sin embargo, los cónyuges del presidente de la República gozan de gran protagonismo en el imaginario colectivo.

Dando que hablar

Además, las últimas primeras damas han dado mucho que hablar. Carla Bruni, la tercera esposa de Nicolás Sarkozy, atrajo las miradas de medio el mundo y con François Hollande y su pareja llegó el escándalo. La vida sentimental del ahora presidente de la República en funciones da para una novela de traiciones y de venganzas. El socialista dejó a Ségolène Royal, la última ministra de Ecología y madre de sus cuatro hijos, por la periodista Valérie Trierwelier, quien se convirtió en primera dama en 2012. Nunca escondió el odio a la ex de su pareja y dos años después tuvo que ser hospitalizada tras la publicación de las fotografías que confirmaban la relación de Hollande con la actriz Julie Gayet, 18 años más joven que él.

Brigitte Trogneux, la nueva primera dama de Francia, tiene 64 años, 24 años más que Macrom, que está apunto de llegar a la cuarentena. La historia de la pareja bien podría inspirar una empalagosa "chanson d'amour".

Cuando Trogneux tenía la edad de su actual marido era profesora de Lengua en un instituto de Amiens, en el tranquilo Norte de Francia. Vida burguesa y provincina. Hija de un empresario dedicado al comercio del chocolate, estaba casada con un banquero, André Auzière, y era madre de tres hijos, Sébastien, Laurence y Tiphanie, que entonces rondaban la edad de uno de los estudiantes más brillantes de La Providence -la escuela de los jesuitas de Amiens-, Emmanuel Macron. Él era en aquella época un adolescente de 16 años que se enamoró perdidamente de la profesora de Lengua. El amor por el teatro les unió cuando el joven se apuntó al taller que ella impartía con mucha implicación y al que también asistía su hija Tiphanie. El acercamiento entre maestra y pupilo fue lento. Juntos escribieron una obra y se enamoraron. Guión perfecto.

Los dos pertenecían a la burguesía de Amiens -Macron es hijo de médicos- pero les separaba toda una generación. Los padres de Emmanuel trataron de romper la relación enviando al brillante estudiante al prestigioso líceo Henri-IV de París para hacer el último curso del Bachillerato. Brigitte también le convenció para que aceptara. "Volveré, y me casaré con usted", le prometió el alumno a la profesora. Lo cuenta Anne Fulda en la biografía "Emmanuel Macron. Un joven tan perfecto". Aunque quizá la promesa no fue tan romántica. "No te desharás de mi fácilmente", confesó Macron que le dijo a su amada en el documental "Emmanuel, la estrategia del meteoro", elaborado por la cadena de televisión France 3.

Diez años de matrimonio

Él volvió Amiens y ella le siguió después a París dejando atras su primer matrimonio. Profesora y alumno se casaron en 2007, cuando Macron ya tenía 30 años y era banquero -como el ex su mujer- de Rotschild. Desde entonces, Brigitte, además de su gran amor, ha sido su asesora y en sus círculos se afirma que él siempre consulta con ella cualquier decisión.

Tras vencer en la primera vuelta de las presidenciales, Macron tuvo palabras para su mujer. "Sin ella no estaría yo aquí", afirmó el que ayer se convirtió en el presidente de Francia.

Los Macron forman una familia unida: el matrimonio, los tres hijos de ella y los siete nietos. Los hijos de su mujer han participado activamente dentro del partido "En marche!" en la campaña electoral, en la que no han faltado ataques a la desigual pareja Macron. En una entrevista de "La Nouvelle Édition", Jean-Marie Le Pen, el presidente de honor del Frente Nacional, calificó al adversario de su hija como el "marido de la señora asaltacunas".