Kurt Russell, uno de los rostros más familiares de Hollywood durante las décadas de 1980 y 1990, vive una resurrección artística de primer orden con papeles en dos de las franquicias más populares del mundo y a sus 66 años dice que "actuar es tan divertido que es difícil verlo como un trabajo".

Russell, para muchos, siempre será Snake Plissken, el icónico renegado con parche en el ojo de "1997: Rescate en Nueva York" (1981) y "2013: Rescate en L.A." (1996), aunque el actor forjó una sólida carrera entre ambos títulos con obras como "La cosa (El enigma del otro mundo)", "Silkwood", "Golpe en la pequeña China", "Tango y Cash", "Llamaradas", "Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp" o "Stargate: Puerta a las estrellas", entre otras.

Una carrera con casi un centenar de películas que, no obstante, dejó en un segundo plano a comienzos de siglo para centrarse en su familia -es pareja de la actriz Goldie Hawn desde los años 80- y, después, en sus vinos. Hasta que llegó Quentin Tarantino y le hizo una oferta que no podía rechazar.

El díptico "Grindhouse"/"Death Proof" lo devolvió a la primera plana, pero durante aquel rodaje al norte de Santa Bárbara (California) comprobó la calidad de los vinos de la zona y decidió que quería emprender ese rumbo. Al menos por un tiempo.

"Trabajar con Tarantino es lo mejor del mundo, pero durante 30 años quise aprender a hacer vino. Un Pinot Noir al estilo de los de Borgoña. Y quería hacer Chardonnay. Al principio no sabía nada de ellos, solo que los bebía constantemente. Cuando descubrí que eran estilos particulares, me lancé a hacerlos yo mismo y creé Gogi Wines", explicó el actor.

"Desde 2007 me he dedicado a ello, aunque nunca dejé el cine por completo. Hice cosas pequeñitas que nadie vio, como 'El arte de robar', con la que disfruté muchísimo, o 'Bone Tomahawk', que se convertirá en una película de culto. Luego me llamó de nuevo Tarantino para 'Los odiosos ocho' y no he parado. Son proyectos muy divertidos", explicó.

Desde entonces se ha embarcado en la saga "Fast and Furious" ("Fast & Furious 7" y "Fast & Furious 8"), intervino en "Marea negra" y ahora pone la guinda al pastel con "Guardianes de la galaxia Vol. 2", de estreno el 5 de mayo.

"Actuar es tan divertido que es difícil verlo como un trabajo. He hecho otras cosas en la vida y sé lo que es esforzarse y sufrir de verdad. Realmente esto lo puede hacer cualquiera, aunque muy pocos son capaces de elevarlo a la categoría de arte. Cualquier persona que lleva su oficio a un nivel de maestro, logra que sea arte", apuntó.

"Ser actor no es como coger una brocha y pintar. Se trata de usar tu cuerpo. No quiero hablar mal de esta profesión, pero no me veo a mí mismo como un artista. Sé que puedo alcanzar ese nivel. Al final del día, me gusta sentir que hay cierto nivel de destreza y habilidad en mi labor", declaró.

En "Guardianes", Russell afronta el que considera su papel más "inclasificable" de su carrera: "Soy Ego, un planeta viviente que ha creado su propia existencia. Es Dios en ese universo. No puedes interpretar un papel más grande que eso. Ha sido divertido y maravilloso".