El espíritu de The Police ha sobrevoló el concierto que ofreció ayer Sting en Barcelona, no sólo porque interpretó un buen número de temas de la legendaria y desaparecida banda, sino porque el conjunto del concierto fue una vuelta a los orígenes y al rock. Ante las casi 5.000 personas que llenaron el Sant Jordi Club, Sting inició en Barcelona el tramo europeo de la gira de presentación de su disco "57th & 9th", que ya ha recorrido Estados Unidos. Dos temas inolvidables de The Police, "Synchronicity" y "Spirits in the Material World", fueron los primeros que sonaron, y el público, que mayoritariamente tenía ya edad de bailar cuando esta banda británica triunfaba, agradeció este arranque nostálgico y potente.

Después vino "Englishman in New York", uno de los temas más conocidos de su carrera en solitario, que marcó el camino que iba a recorrer la noche, plagada de éxitos, tanto de The Police como de la producción posterior. Aunque la gira lleva por título "57th & 9th", de este disco Sting sólo interpró unos pocos temas: "One Fine Day", "Down Down Down", "Pretty Young Soldier" y "Petrol Head".

Tras interpretar, "I Can't Stop Thinking About You", también del nuevo disco, presentó a la banda: Dominic Miller, guitarrista que le acompaña hace años; Josh Freese, batería; Rufus Miller, guitarrista e hijo del primero; y Joe Summer, hijo de Sting, a los coros. Una banda familiar.

Y al frente de todos ellos Sting, que a sus 66 años conserva una forma física estupenda y mantiene intacto su carisma y su voz, aunque ya no busca los recintos más grandes de la Barcelona, como antiguamente, y prefiere el Sant Jordi Club, más pequeño que el Palau Sant Jordi, que quizás no lo llenaría. Pero la edad da otras satisfacciones, como los hijos, y Sting presumió del suyo, que actuó de telonero y después lo acompañó en los coros.