El Melodifestivalen es el evento que hacen en Suecia para elegir su representante para Eurovisión. Cosa seria, cosa sueca: en orden y siguiendo la flecha como en Ikea. En España se monta cada año de una manera distinta, aunque en realidad es la misma fórmula. "Objetivo Eurovisión", el programa que hizo TVE el sábado para elegir representante en el festival, acabó en bronca porque estuvo "enbroncado" toda la emisión, con ánimos excesivos de los "fans" presentes en el plató a su cantante preferida, Mirela. Finalmente quedó un programa muy común, como uno de esos que pasan a las tantas para rellenar "parrilla nocturna". Eso sí, siempre cuenta con la ayuda de la emoción de las votaciones, que es lo que atrae en estos certámenes y, por consiguiente, lo que genera audiencia. TVE tuvo esta vez el extra de la tangana, o así, para aumentar su cifras. Aunque ese plus seguramente no agradó a los responsables de la corporación pública.

Por allí estaba Paula Rojo, la asturiana country que lo hizo impecable. Y junto a ella dos grandes de la escena regional, Álvaro Barcena y Javi Méndez, quien por cierto ya acompañó en Malmö (Suecia) a "El sueño del Morfeo". Allí lo hizo con una gaita ante la imposibilidad de subir a escena a todo el grupo por las normas que rigen en Eurovisión, que limitan el número de músicos en el escenario. Paula Rojo y el resto de concursantes estuvieron elegantes (y silenciosos) en el jaleo que se armó por la disputa entre Mirela y Manel Navarro, el elegido por votación ajustada como todo el mundo sabe a estas alturas. La cosa del tongo adquirió una nueva dimensión ayer con la intervención del PSOE pidiendo explicaciones en el Congreso y la investigación de la UER, el organismo al que están asociados los canales que retransmiten el festival.