| El protagonista de Breaking Bad, Bryan Cranston, se mete en la piel de un padre conservador que ve como su hija está a punto de casarse con un díscolo multimillonario de Silicon Valley interpretado por James Franco en Tenía que ser él, la comedia que llega este viernes a los cines. "Te voy a hacer una pregunta: 'Quién querría que su hija se casara con James Franco?", afirma Cranston en un clip en exclusiva en el que habla de Ned, un padre sobreprotector que ve como la que siempre ha sido su pequeña está a punto de cometer el que cree que será el peor error de su vida. En la otra versión de la historia aparece Laird, el joven alocado, salvaje y excesivamente sincero al que da vida, y defiende, James Franco. "No es un mal tipo. Es un tío supermajo. Es el yerno que todo suegro querría tener", asegura. "Es sincero pero ofensivo al mismo tiempo, una combinación que lo hace único", apunta John Hamburg, guionista y director de Tenía que ser él. Durante sus vacaciones, Ned (Bryan Cranston), un padre sobreprotector aunque cariñoso, y su familia visitan a su hija en la Universidad, donde conocerá a su mayor pesadilla: su novio, Laird (James Franco), un multimillonario de Silicon Valley bien intencionado pero socialmente complicado. El conservador Ned, piensa que Laird, que carece de cualquier filtro, es la pareja menos apropiada para su hija. La rivalidad unilateral se disparan cuando se encuentra cada vez más desfasado en ese ambiente de glamour tecnológico y descubre que Laird está a punto de hacerle a su hija "la pregunta".