Una juez de Washington ha ordenado al presidente electo, Donald Trump, que preste declaración en la primera semana de enero en el marco del litigio abierto con el cocinero español José Andrés, que fue denunciado por el empresario en 2015 por presunto incumplimiento de contrato.

El magnate neoyorquino había contratado a José Andrés para gestionar su restaurante en el hotel de lujo Washington D.C. Sin embargo, el chef decidió retirar su ThinkFoodGroup del proyecto de Trump después de que éste calificara a todos los mexicanos como violadores y criminales al lanzar su campaña y el presidente electo le reclama ahora 10 millones de dólares.

La juez del Tribunal Superior del Distrito de Columbia Jennifer Di Toro ha ordenado que Trump testifique en la primera semana de enero, apenas dos semanas antes de tomar posesión formalmente -el 20 de enero- como presidente de Estados Unidos. La comparecencia puede durar hasta siete horas.

Los abogados de Trump han intentado limitar al máximo el tiempo de la declaración y los temas tratados, argumentando que el magnate estará demasiado ocupado de cara a la toma de posesión. Di Toro, sin embargo, ha esgrimido que estas acotaciones podrían perjudicar a la otra parte y ha recordado que las palabras de Trump son precisamente el centro de este litigio.

Andrés propuso el martes zanjar este proceso de una vez por todas. "Señor Trump, podemos terminar nuestros pleitos y donar el dinero a la ONG Veterans (Veterans NGO) para celebrarlo? ¿Por qué seguir este litigio? Ganemos ambos", escribió el chef español en Twitter.

El che español comenzó su andadura en Estados Unidos en 1993, cuando abrió el restaurante "Jaleo", un templo del tapeoen pleno corazón de Nueva Yoork. Se convirtió en el epicentro de un imperio gastronómico formado hoy día por más de 15 establecimientos en el país y que le han abierto las puertas de la Casa Blanca. Tanto es así, que el pasado septiembre el presidente Barack Obama le condecoró con la Medalla Nacional de las Humanidades de Estados Unidos.