Feliciano López sigue con su vida ajeno a la polémica que sigue presente entre Alba y él. El tenista, que hasta hace unos días se encontraba en Asia atendiendo compromisos tenísticos, ya está de nuevo en Madrid.

El deportista aterrizaba en España el mismo día que se publicaban unas declaraciones suyas en las que explicaba a The Luxonomist por qué ha preferido quedarse al margen de la polémica con su ex Alba Carrillo. "Yo he procurado siempre ser una persona muy discreta, introvertida, tímida... No me gusta hablar de mis cosas personales, incluso mi familia se ha enterado, a veces, de cosas mías por otras personas. Cuando te pasan cosas en la vida, como las que yo he vivido, las intento vivir con naturalidad".

Asegura que no le gusta comercializar con su vida privada: "Nunca comercializaría con algo así, sobre todo porque son mis principios. Siempre he creído firmemente en que debo actuar de esta forma".

Todo lo que ha ocurrido hasta ahora no le ha beneficiado y su silencio no le ha ayudado. "Yo podría defenderme con argumentos y, es posible, que la percepción de la gente con respecto a mí cambiaría, pero... ¡se han dicho tantas inexactitudes! Nadie sabe la verdad, solo la otra parte. Al final, uno no puede estar todo el rato desmintiendo cosas, porque acabaría entrando en un juego que no creo que me interese. El silencio tiene mucho poder, sobre todo cuando uno sabe la verdad de las cosas. El circo mediático necesita de desmentidos y contestaciones. A mí eso no me interesa. Estoy tranquilo, soy consciente de cómo he llevado mi vida personal, cómo la quiero llevar y no voy a entrar en ese juego porque, como dice el refrán, ´no es mi guerra´ y no voy a pasar por ahí".

Se defiende de los ataques

"Yo intento transmitir a mi gente cercana que separarse no es ningún drama. En mi caso, al haber trascendido y ver que todos opinan sin saber, porque la otra parte ha hecho todo lo posible por dejarme mal a ojos de todo el mundo, hablando mal de mí, de mi familia, ha provocado que los amigos, familiares e, incluso, conocidos, se preocupen un poco por mí. Yo lo intento llevar con naturalidad y les digo a todos que no me voy a amargar porque mi matrimonio haya fracasado. Yo he hecho mucho por esa relación, porque soy una persona que no tira la toalla", asegura el tenista

"Es cierto que yo puedo parecer una persona muy fría, que no exterioriza los sentimientos. Eso puede dar lugar a que la gente piense que las cosas no me importan, pero el sufrimiento uno lo lleva por dentro. Yo he sufrido por esta ruptura y, también, toda la gente que tengo a mi alrededor. Por suerte, ha sido todo bastante natural. La gente que me quiere ha estado conmigo, han sido partícipes también de mi dolor, han sabido en todo momento cómo iban las cosas. Con todos he compartido mi proceso emocional", se ha defendido.

En la entrevista habla de su boda y de lo feliz que era entonces, aunque ya tenía discusiones con su novia: "Nadie se casa sin estar convencido. Antes de casarme, como en todas las parejas, hubo discusiones, diferencias de criterio, pero yo estaba muy enamorado de esa persona y convencido que el paso del matrimonio iba a ser para toda la vida. Siempre pensé que los problemas que pudieran surgir los iba a superar. Uno se casa, empiezan a pasar cosas e intentas poner soluciones, luchar, buscar una salida a la situación, hasta que uno se da cuenta que se casó por amor, pero no está dispuesto a ser una persona infeliz".

Se muestra convencido de su decisión de acabar con su matrimonio: "Nuestra felicidad debe estar por encima de todo. En mi caso fue muy duro. A pesar de todo lo que he sufrido, de lo mal que lo he pasado porque no fue fácil tomar una decisión, después de tan poco tiempo y de lo enamorado que yo estaba, creo que ha sido una decisión acertada porque no había salida".

Confía en que todo se solucione y acabe la tensión: "Yo estoy seguro que sí. Soy de las personas que piensa que, todo en la vida, pasa por algo y que el tiempo, al final, lo cura todo. No soy para nada una persona rencorosa. En otros episodios personales, que he vivido, al final con el tiempo todo sanó. Somos personas muy jóvenes, la vida es muy larga y la tenemos por delante para rehacerla, ser felices y confío que, en el futuro, tanto ella como yo lo seamos".

Mientras llega ese momento de firmar los papeles de su separación y que su enfrentamiento con Alba termine, Feliciano se centra en sus compromisos tenísticos y en sus quehaceres cotidianos.