La próxima primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, no planea mudarse por ahora a la Casa Blanca, sino que permanecerá en Nueva York al menos hasta que su hijo Barron termine el curso escolar, según informó ayer el diario "New York Post".

Barron, de 10 años, estudia en un colegio privado de Manhattan y la familia no quiere hacerle cambiar de centro en mitad del año académico. El equipo del presidente electo, Donald Trump, rechazó confirmar oficialmente la información, pero dio a entender que ése es el plan.

Jason Miller, un portavoz, dijo en una conferencia telefónica con periodistas que "obviamente hay una sensibilidad" sobre cambiar de escuela a un niño de 10 años en mitad del curso.

Según una de las fuentes citadas por el "Post", "la campaña ha sido difícil para Barron" y su madre quiere "limitar las perturbaciones al mínimo". No obstante, Melania Trump tiene intención de viajar tantas veces sea necesario a Washington DC. Por ahora no está claro si al finalizar el presente curso tanto ella como Barron se mudarán a la Casa Blanca o si permanecerán en la Torre Trump, donde tienen su residencia actualmente. El edificio, situado en plena Quinta Avenida, ha seguido funcionando como cuartel general de Donald Trump desde la elección, aunque la mayor parte de la actividad política se trasladará a Washington una vez que el presidente electo asuma el cargo en enero.

Si la primera dama y su hijo continúan viviendo en Nueva York, se espera que estén acompañados de un importante dispositivo de seguridad, algo de lo que se ocuparán tanto el Servicio Secreto como el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD). Así, Barron tendrá que ir al colegio en un coche blindado manejado por agentes de la CIA y antes de que el niño llegue a clase, una avanzadilla habrá pasado por la escuela para determinar si es segura.