Roberto Mayor era en los ochenta uno de los niños más envidiados de España: el compañero de aventuras de Espinete en "Barrio Sésamo". Con sólo cinco años, aprendió a memorizar guiones. Esta capacidad le ayudó después a labrarse una exitosa carrera profesional en el mundo jurídico y lucir un currículo que supera las 20 páginas. Treinta años después de aquel programa es uno de los cuatro letrados de las Cortes de Castilla-La Mancha, tras ejercer en Ourense y otros puntos de España. Antes de letrado, también ha ejercido como juez y fiscal y ha sido profesor universitario.

Desde su despacho en el Parlamento castellanomanchego, que ocupó hace cuatro meses, rememora en una entrevista con Efe los cuatro años (1983-1987) en los que participó en "Barrio Sésamo", uno de los programas que ha marcado la historia de Televisión Española (TVE)."Me llevó mi abuela a hacer una prueba para participar en un programa infantil que se pensaba que iba a durar un mes o mes y medio, pero luego, dado el éxito, estuve varios años", relata.

A pesar de las jornadas maratonianas de grabación, para Roberto "no era un trabajo, era un juego", que anhelaban los miles de niños que cada tarde se sentaban frente al televisor con su bocadillo. La serie sigue presente en su vida con su hija de tres años, que ya ha visto alguno de los capítulos que protagonizó. También se los enseñará a su segunda hija, de siete meses. "Echo de menos programas como ese. Inculcaba valores bastante positivos y, con humildad, me siento orgulloso de haber formado parte de la infancia de la gente de mi generación", dice.