Tal y como le sucedió a Renée Zellweger, que tuvo que ganar peso para encarnar a la protagonista de la película taquillera Bridget Jones, Charlize Theron ha tenido que hacer lo mismo para su último proyecto cinematográfico, "Tully"

"Sí, estoy muy gorda ahora mismo", dijo la actriz sudafricana a la prensa que cubrió la Gala amfAr Inspiration celebrada en Los Ángeles. La actriz de 41 años, que optó por un vestido holgado de encaje negro y una americana negra para disimular el aumento de peso, habría engordado unos 14 kilos para encarnar a una madre cuyo hermano contrata a una cuidadora después de dar a luz a su tercer hijo. Una comedia en la que comparte cartel con Mackenzie Davis y Ron Livingston, entre otros.

Charlize ya tuvo un cambio radical en el pasado para preparar otra película, "Monster", por la que se llevó el Oscar.

La estrella de Hollywood acudió a la gala amfAR para recibir el Premio Inspiration por su trabajo en la batalla contra el sida a través de sus proyectos en el continente africano.

En "Tully" interpreta a una madre de tres hijos a las órdenes de Jason Reitman, director de "Up in the Air" y "Juno". Y es que para Charlize, siempre es un reto que le ofrezcan papeles como éste en los que la protagonista no tiene precisamente un aspecto de modelo y a ella le merece la pena realizar este cambio radical de imagen.