Milán vio ayer la moda de la primavera-verano de 2017 a través del prisma de la elegancia intemporal que ha presentado Bottega Veneta en su colección-aniversario o la mirada nostálgica de un cierto romanticismo italiano reinterpretado por Blumarine.

Para celebrar los cincuenta años de la casa del véneto que ahora está bajo control francés (Kering), su director creativo, el alemán Thomas Maier, hizo recordar sobre la pasarela milanesa el chic de Jackie Kennedy o Farah Pahlevi.

En la cuarta jornada de desfiles en la capital lombarda ese toque lo llevó sobre los hombros Lauren Hutton, de 72 años.

Ese icono de la belleza de los 70 y los 80 paseó un trench béis del brazo de Gigi Hadid, de rosa en un modelo "utility style" de líneas claras, blusa de cuello alto y pantalón con la lejana inspiración de un uniforme militar.

Hutton desfiló con el minibolso rosa que portaba en "American Gigolo" (1980), el filme que coprotagonizó con Richard Gere y que durante décadas simbolizó, con los diseños de Armani que hicieron de este referencia posterior en moda masculina, un cierto estilo italiano que supera las fronteras de las décadas.

De eso se trataba ayer, de resumir, actualizar y relanzar un concepto de elegancia que permanece, que no necesita de logos de la marca estampados, montados, incrustados o bordados.

Para el medio siglo de Bottega Veneto la casa con sede en Lugano (Suiza) mostró la marca propia de sus orígenes: el "intrecciatto", el característico trenzado que la hace reconocible y que esta vez saltó de los bolsos a los hombros y a las solapas.