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| Miércoles 7 La boda

No se recordaba algo así desde la boda del sultán de Brunei. No había una novia tan esperada desde lady Di. No se daba cuenta de un enlace tan sonado desde que Lola logró como pudo casar a su Lolita. No se registraba unión con fondo de familias tan desavenidas desde las "Bodas de sangre" (menos mal que aquí las rencillas no llegan al río, sino a las revistas y platós). Hace ya muchos años, demasiados, del matrimonio zulú de Lauren Postigo. O de la ceremonia a hurtadillas de Saritísima (¿pero qué pasa?, ¿qué invento es éste?) No tuvimos suerte: Ana Obregón nunca subió al altar, Yurena sigue soltera, Isabel Pantoja aún no ha estrenado la mantilla de madrina... Así que por ahora nos conformamos con que Rociíto se case de nuevo. El listón de su primera vez estaba alto. No todas las ceremonias dejan un himno para la posteridad: el tan a gustito de Ortega. Las carreteras colapsadas, el despliegue mediático (edición especial dominical y todo), los invitados de nivelón -Paulina por la cuota internacional, Chayo por la nacional-. Ah, y las Camposhian, con su propio reality -y Edmundo- a cuestas.

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