La estrella de ayer en el Festival de Venecia fue sin duda Natalie Portman. Allí llegó con su sonrisa tímida para presentar "Jackie", una película de Pablo Larraín en la que interpreta su papel "más peligroso". Y el peligro se le dio bien, ya que la interpretación fue reconocida con el aplauso unánime de la crítica presente en la Mostra.

Para Natalie Portman, el personaje es arriesgado al tratarse de la ex primera dama, alguien real y muy conocido, que se convirtió en un símbolo y casi un mito por su matrimonio con John Fitzgerald Kennedy. "Es quizás el personaje más peligroso que he interpretado porque todo el mundo sabía cómo hablaba, cómo se movía", expuso la actriz en una rueda de prensa en la que un periodista se le declaró públicamente. Allí, delante de sus compañeros, le confesó que la adoraba desde que la vio por primera vez en "El Profesional. León" (1994), cuando ella tenía solo 13 años.

Entre risas, contó que el rodaje de "Jackie" se había desarrollado precisamente en los estudios que Luc Besson, director de "Léon", tiene en París.

Y más seria explicó las dificultades de dar vida a Jackie Kennedy, papel para el que se preparó mirando parte de la ingente documentación escrita, visual y sonora que existe de la viuda de Kennedy.

Ahí pudo observar por ejemplo cómo cambiaba el tono y el timbre de su voz cuando ejercía de esposa del presidente o cuando estaba con sus amigos, pero reconoció que la figura de Jackie es más desconocida de lo que se cree en lo que se refiere a su parte más personal, por lo que tuvo que echar mano de la imaginación.

También le ayudó trabajar con actores como Peter Sarsgaard o con John Hurt, con el que ya había coincidido en "V de Vendetta" (2005).