El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid ha procesado a Francisco Nicolás Gómez Iglesias por hacerse pasar por un representante de la Casa Real y la Vicepresidencia del Gobierno, en un viaje que presuntamente hizo a Ribadeo (Lugo) para organizar una comida con un conocido empresario.

En el auto el juez Arturo Zamarriego cierra la investigación y propone juzgar a Gómez Iglesias, conocido como el "pequeño Nicolás", y los dos policías locales que le acompañaron en aquel viaje, a quienes les pagó para prepararloy simular que eran agentes de seguridad.

Considera el magistrado que los hechos descritos son indiciariamente constitutivos de los delitos de usurpación de funciones públicas, malversación de caudales públicos, falsedad en documento público y dos delitos de cohecho. Ahora, el juez da un plazo de diez días a las partes para que soliciten la apertura de juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa, o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias. La defensa del pequeño Nicolás ha anunciado que recurrirá. En declaraciones a Efe, su abogado ha tachado de "sorprendente" el auto de transformación de diligencias previas en procedimiento abreviado.

Según relata el juez, Gómez Iglesias "haciéndose pasar por representante de la Casa Real y la Vicepresidencia del Gobierno, contactó con el empresario asturiano Jorge Cosmen con el fin de concertar una reunión entre ambos". Este accedió a entrevistarse con él en un restaurante de Ribadeo el 13 de agosto de 2014.

Días antes de la reunión, El Pequeño Nicolás alquiló cuatro vehículos de alta gama con sus respectivos conductores. Además, realizó varias llamadas al Ayuntamiento y a la Policía Local de Ribadeo, en las que, tras identificarse de nuevo como representante de la Casa Real, les anticipa la reunión con el empresario, advirtiéndoles de que, a la misma, acudirá una personalidad "cuya identidad no podía revelar por razones de seguridad nacional".

"Paralelamente, al dueño del restaurante y al propio Cosmen les anuncia que asistirá al almuerzo su majestad Felipe VI, identificándose una vez más como representante de Zarzuela", continúa el juez. Así, el 13 de agosto de 2014 partió la "comitiva oficial" de Madrid integrada por el pequeño Nicolás, los conductores de los vehículos alquilados y los policías municipales Jorge González Hornillos y Carlos Pérez López Dávila, quienes "fueron contratados por Gómez Iglesias para simular labores de vigilancia y escolta". Al llegar al restaurante, fueron recibidos por el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez, "que expresó su sorpresa al constatar la ausencia de Felipe VI" pero "Gómez Iglesias excusó su presencia.

Durante la comida, "los agentes, equipados con intrauriculares de oreja, simularon realizar funciones de seguridad", mientras Goméz Iglesias charlaba con Cosmen de la inminente liberalización del mercado ferroviario y la renovación de las licencias de transporte ferroviario concedidas a ALSA, propiedad del empresario. Finalmente el pequeño Nicolás finjió una llamada de Vicepresidencia y se marchó con la comitiva escoltada por la polícia local.