| Varaporn Dasri, una niña tailandesa de 13 años, es ciega y tiene dificultades para socializar, pero cuando toca el violín o canta en la Orquesta Tailandesa de Ciegos parece que su discapacidad se desvanece al son de la música. Sentada sobre un taburete de plástico, Varaporn entona una canción tailandesa rodeada de más de una docena de niños y adolescentes con violines, violas y violoncelos. "No importa la oscuridad en el mundo, que no tenga miedo el corazón / Mantén la cara sonriente, tiñe el corazón con música / ¿Por qué temer a nada? Sonríe", canta en tailandés la menor, con una sonrisa. El verso pertenece a una canción que trata sobre personas ciegas titulada "Smilling", a la que puso música el mismo rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej. Los jóvenes ciegos ensayan un amplio repertorio de canciones, que incluyen temas de Jason Mraz, Mozart o Beethoven, que tocan en musicales y conciertos. La Orquesta de Ciegos Tailandeses, en la que participan unos 90 menores de entre 8 y 16 años, forma parte de un proyecto para permitir a niños con discapacidad visual desarrollarse.