Domingo 19

Dulce. Ha sido Vasile „cosas veredes„ quien ha dotado de verdadero significado la expresión dulce venganza. Todo, la isla, los cocos, las barracudas, el arroz hervido, los saltos desde el helicóptero, los bikinis de las presentadoras, las bermudas de Jorgeja... Las tropecientas ediciones del reality de marras, la sucesión de miembros del clan Pantoja, incluso Honduras entera si me apuran, el descubrimiento de América si llevamos las cosas al extremo... Todo estaba diseñado desde el minuto uno para acabar en este punto: la expulsión de la niñera. Nacida ella misma para este fin, predestinada desde la pila bautismal. Dulce lleva por nombre. ¿Qué van a decirme? ¿Que es casualidad? Ha sido necesario que Dulce llegara al mundo, franqueara las puertas de Cantora, acunara a Kiko, acunara a Chabelita, tuviera sus tiras y aflojas con el exalcalde, la tuviera muy gorda con el tito, que su señora dejara de ser su señora. Que se cerraran a sus espaldas las puertas de Cantora. Que la niña fuera madre temprana, que Dulce fuera nanny del niño de su niña, como en un círculo del destino. Y que fuera dando pistas, tirones a la esterilla, a modo de manta. Hasta llegar a la hora de la venganza. Dulce.

Lunes 20

Mundanos. Ciudadanos del mundo. G ente cosmopolita. Espíritu global. Patrimonio universal. Material e inmaterial, según. La casa familiar, el nido, en Madrid. El apartamento de soltero, lindando con el de la madre, en Andorra. El colegio de los niños, en Londres. La segunda residencia, la base de operaciones, en Barcelona. La antigua villa de rancio abolengo familiar, en Suiza. El refugio estival, bien isleño bien en la Costa Brava. Los cuadros, todos repartidos. La bandera, ondeando en el yate. Y en aguas internacionales, ¿por qué no? Ahora resulta que Borja Thyssen, ese vecino suizo, vecino español, vecino planetario, se nos ha medio afincado donde la queen. Y en pleno Brexit. A Cristóbal Montoro lo llevan de cráneo, al hombre. Y no sé si sabe ya lo del Mata Mua, ese barco... Tan de la Polinesia.

Martes 21

Dentro. ¿Que todas las mujeres llevamos una Isabel Preysler dentro? ¿Y ahora me lo dice, Peñafiel de mis entretelas? A buenas horas andaba yo haciendo cola en el baño pudiendo tener dos docenas. A santo de qué iba a corregirme las entradas del blog teniendo a un Nobel a mano. Luego se enfurruña usted si le llaman cortesano, pero es que anda de reina en reina. Aunque eso de que la dama es amante de sus maridos y más de maridos que de amantes, como sostiene vuecencia en su nuevo libro biográfico no autorizado o como sea que sea, lo sabíamos todos. Basta con una somera lectura curricular: yo tuve tres maridos. Siendo yo ella, no yo, ni tampoco Massiel. O sí, porque todas somos IP. Aunque lo llevemos muy por dentro.

Miércoles 22

Madre ´hippie´. Hay madres-tigre. También mamás coneja. Madres pájaro o ardilla. Las mamás osa y las mámas vaca. O las monas. Y madres camaleón o lagartas (con perdón). Gallinas cluecas (folclóricas y similares).

En lo alto del podio, las madres belenesestébanes por-mi-hi-ja-ma-to. Están los tándem filio-profesional de madres e hijas: Rosa Benito y Chayo. O María Teresa y Terelu. Con sus supuestas rivalidades y tiranteces. Que si una pierde la silla por culpa de la niña. Que si la otra vive a la sombra. Que si no le acaba de gustar el novio de madurez de su progenitora. Ahí ya no valen las guías tipográficas, no sirven las plantillas, se rompe la baraja, se resquebraja el molde. Otro ejemplo: Mariló. Una madre hippie, eso es ella. Leo en el libro Madre solo hay una y aquí están todas de Raquel Díaz Reguera: las madres hippie no tienen médico de cabecera, tienen homeópata; no van al gimnasio, practican yoga, meditación o reiki; se mueven en bicicleta; negocian, no dan órdenes; hacen pasteles, cultivan calabacines ecológicos y se tejen sus propios bikinis de ganchillo. Uy, pues va a ser que no.

Jueves 23

Memoria. Dinio, Dinio, Dinio. No esperábamos esto de ti. Nadie confiaba en que le guardaras la ausencia. M ucho menos en plena noche, que ya sabemos lo mucho que te confunde. Pero, chico, dejar a Parada solo en el funeral no es de recibo. El cubano, que tanto lloró la pérdida de Maruja, ha disculpado su falta. Pero el vengador de las folclóricas, el guardián de su memoria y sus esencias, ni olvida ni perdona. Ahora que no hay cinesdebarrios en el suyo va de entierro en entierro, de misa in memoriamen a misa en memoriam, reivindicando figuras y reclamando homenajes, afeando a familiares, entidades y alrededores su comportamiento. Él no ceja donde otros olvidan. Siempre nos quedará Parada. O Sema, ya en segunda generación.

Viernes 24

Noche mágica. La noche de San Juan nunca volvió a ser lo que era tras la plegaria que Sandro Rey elevó una madrugada tal a San Cucufato. Ya saben, aquel al que invocan todos aquellos que extravían algo. Aquel al que cantaba Javier Krahe. La noche de San Juan ya no es lo mismo ahora que Aramís Fuster ha cambiado los rituales por el látigo. No es igual desde que Ana Obregón, de los García, no posa en bikini. A ver, aceptamos que se dejara retratar con trikini, hemos dado por buena la imagen velada de este año, con un vestido rejilla superpuesto, algo que no llegaba „gracias a Neptuno„ a la categoría de burkini. Y finalmente hemos tomado por estilismo y tendencia lo que viene siendo un bañador de vigilanta de la playa. Todo sea por Pamela Anderson, que tanto hizo por poner en valor el oficio de socorrista. Hay que tener en cuenta que, según propia confesión, la sirena lleva tres años sin pisar el gimnasio. Excepción hecha de la exhibición de flexibilidad hecha al alimón „y con desigual resultado, muy en favor de la dama„ con Bertín Osborne. Y no estamos refiriéndonos a las asanas del yoga. Precisamente.