La India albergó ayer el principal evento del Día Internacional del Yoga, que se celebró en distintas ciudades de todo el mundo. Sin embargo, fue en la India donde se registró un seguimiento más masivo, con eventos multitudinarios en las principales ciudades del país, entre ellos el presidido por el primer ministro indio, Narendra Modi, en Chandigarh (Noroeste), que reunió a unos 30.000 entusiastas de esta disciplina.

"Este es un día relacionado con la buena salud y ahora se ha convertido en un movimiento masivo del pueblo", afirmó Modi frente a miles de seguidores en una explanada junto al edificio del Parlamento regional, diseñado por el afamado arquitecto francosuizo Le Corbusier.

Tras su discurso, en el que quiso desligar el yoga del hinduismo al sentenciar que "no es una actividad religiosa", el primer ministro, habitual practicante y ferviente difusor de esta disciplina, practicó con la multitud varias posturas o "asanas".

"¡Juntos por la Unidad!", sentenció el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Vikas Swarup, en su cuenta de Twitter al tiempo que mostraba fotografías tomadas durante la celebración del evento en diferentes partes del mundo como Afganistán, Australia o Italia.

Entre ellas destacaban las imágenes frente a la Torre Eiffel en París, con decenas de yoguis practicando a los pies del emblemático monumento.

El yoga, una ciencia oriental milenaria, tiene su origen en los antiguos "vedas" (palabra que significa "sabiduría").

Modi ha tratado de impulsar fervorosamente desde su llegada al poder hace dos años esta disciplina, destacando la creación de un Viceministerio de AYUSH, siglas de Ayurveda, Yoga, Unani, Siddha y Homeopatía.