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Gutiérrez: "Me gustaría que los políticos dijeran que no van a cobrar el sueldo de estos meses"

El actor ferrolano estrena "El olivo", encarna a Franco en la serie "Lo que escondían sus ojos", y rodó con Michael Fassbender y Jeremy Irons la superproducción "Assassin's Creed", una "experiencia maravillosa"

La agenda de Javier Gutiérrez echa humo. Tras adueñarse de la gran pantalla con su máxima interpretación en "La isla mínima" (en la pequeña ya volaba alto gracias a "Águila Roja") no sabe lo que es descansar. Esta semana estrenó "El olivo" y presentó el rodaje de "1898, los últimos de Filipinas". En verano grabará la serie "Vergüenza" y tiene pendiente de estreno la superproducción "Assassin's Creed" (con Michael Fassbender) y la miniserie "Lo que escondían sus ojos", en la que encarna a Franco.

De estreno con "El olivo". "Parece una historia muy sencilla pero el guion es de Paul Laverty, habitual de Ken Loach, y siempre se moja políticamente. Así habla de nuestro país casi en tono de fábula o de cuento pero soltando las verdades del barquero, desde la corrupción política hasta la crisis inmobiliaria, que en realidad fue una gran estafa. Ese árbol arrancado con sus raíces es una metáfora: nos han arrancado todos nuestros derechos y nos han desposeído de muestra tierra".

Su personaje. El Alcachofa "es un claro ejemplo de lo que son muchos españoles, un perdedor al que la crisis ha dejado en la cuneta y le ha arrebatado todo. Podría ser español pero también griego, italiano o portugués. Hay muchos Alcachofas en Europa. Él trata de canalizarlo y no sabe cómo, y se embarca con su sobrina como si fuera una especie de Quijote. De forma inconsciente deciden viajar por inconformismo y porque no se pueden quedar quietos ante tanta injusticia. Ella es gente joven que coge de las solapas a su tío para intentar despertarle de esa pesadilla. Hay una generación que interpreto yo en estado de shock, después de tanto trabajo y de haber dado tanto a este país, los gobernantes, la sociedad y el sistema han respondido de forma injusta".

También aparecen otras dos generaciones: "Primero, la del abuelo que sirve de sostén familiar. Los abuelos, siempre aparcados, ahora tienen una vital importancia por la pensión, por las horas que dedican a criar a los nietos, por los hijos que vuelven a casa. Y, después, la generación ni-ni que ni trabaja ni estudia, y que, de pronto, sale de ella gente como la chica, que podría ser cabecilla de movimiento asambleario del 15-M".

Rumbo a Guinea. Partirá el próximo mes y "ya lo estoy pasando mal por culpa de las vacunas. Afrontar la historia es interesante, pero al ser de época necesita cierto presupuesto. Y 'Los últimos de Filipinas' lo tiene. El personaje está muy bien y el reparto es de campanillas. Cuando haces películas duras es bueno tener buenos compañeros de viaje. Es la primera vez que cojo un fusil, no había hecho nunca de militar así que tuve que hacer algo de instrucción y aprender a disparar con un Mauser que pesa ocho kilos. Hay que estar en forma. Encarno a un sargento que fue de los supervivientes del primer ataque de los tagalos, y el único que se queda con el destacamento. Soy de los que viven al final, y aunque no es que sea mal tipo sí tengo dentro mucho odio y rencor porque han matado a casi todos los compañeros. Son militares abandonados por los gobernantes de la época a su suerte durante un año. Ha pasado más de un siglo y los gobernados siguen importando bastante poco a los gobernantes, no nos han dejado sitiados en un pueblo, pero es casi peor, han dejado a un lado sus funciones. Los ciudadanos con nuestro voto les pusimos ahí para que rijan nuestro destino. Y no lo hacen".

Tomadura de pelo. Reconoce que unos y otros alimentan su descreimiento en la clase política, de la "casta antigua y de la emergente, que tampoco ha estado a la altura. Tantas semanas de diálogo entre sordos y al final es casi una tomadura de pelo. Me gustaría escuchar a nuestros políticos que no van a cobrar su sueldo de estos meses y que renunciarán a sus vacaciones por no haber estado a la altura abandonando sus funciones. Te pones a pensar en ello y no tiene ni pizca de gracia. Votar votaré porque hay que hacerlo, es el arma que tiene el ciudadano, la más potente. Luego no sirve de nada echarse las manos a la cabeza".

Una serie innovadora. Pasemos a asuntos más ilusionantes: "Vergüenza". Una serie con capítulos de 30 minutos, duración poco habitual por estos pagos. "Es un milagro que se haga tan buena producción dentro de la ficción en España con los tiempos y presupuestos que tenemos. Estamos en manos de las cadenas, que tienen que sacar rendimiento a través de la publicidad, se trata de llegar al mayor espectro de público y dilatar lo más posible. La hará una cadena de pago porque una generalista no apostaría por ella, de hecho la idea estuvo siete años de cadena en cadena recibiendo rechazos por el formato, por los directores, por la duración... Es una comedia con muy buenos guiones y no busca la complacencia del público, puede llegar a ser incómoda, políticamente incorrecta. Va a tener que buscar sus espectadores, no es una serie que vaya a gustar a todo el mundo. Son guiones incluso salvajes. Sinceramente, es lo más divertido que he leído jamás".

Adiós, Sátur. Para Javier Gutiérrez su paso por la popular serie "Águila Roja" ya es pasado. Entrañable pasado. No es que le impidiera hacer otras cosas porque se rodaba cuatro meses al año, "pero es un capítulo que para emprender otros trabajos sí necesitaba cerrar. Ese trabajo fue un regalo y lo despido con tristeza porque me ha dado muchas alegrías. Fue, además, un buque insignia que abrió muchas puertas en la televisión española a la hora de tener más ambición. Cuando se estrenó en 2006 era una gran aventura, nadie sabía cómo saldría, y llegó a tener picos de audiencia de siete millones de espectadores".

Con Fassbender. "Assassin's Creed" es un famoso videojuego de acción y ahora es también una gran superproducción dirigida por Justin Kurzel ("Macbeth") con Michael Fassbender, Marion Cotillard y Jeremy Irons. La "culpa" fue del director de casting Luis San Narciso, que propuso a su paisano para un papel. "Me sorprendió muchísimo. Me pilló rodando 'El olivo', así que primero dije que no, además tenía otra película después y necesitaba vacaciones, estaba muy cansado. No le di ni el valor ni la importancia que tenía esta producción. Así que le dije que buscase a otro actor, no me sentía con fuerzas para estudiar, preparar el personaje, irme a Malta un mes... Pero Luis me pidió que tuviera una entrevista con el director y me convenció. Ahora puedo decir que fue una experiencia maravillosa.Doscientos millones de presupuesto, Fassbender de protagonista y un director que maneja tan bien el 'big show' como las escenas íntimas".

No es un papel muy grande, "y a ver en qué acaba el personaje tras el montaje.Tuve un par de momentos con Fassbender y muy bien, se portó maravillosamente, es muy buen compañero, un gran profesional y muy a favor de la causa. Te das cuenta pronto de que esas estrellas trabajan muy duro para llegar al lugar donde están, no dejan nada a la improvisación".

Lo curioso es que no conocía "el videojuego, no me interesa demasiado ese mundo, y no me llevo demasiado bien con las tecnologías, tengo Twitter por obligación, pero no Whatsapp ni Facebook, me quedé en el Paleolítico".

En la piel de Franco. Y falta por hablar de una miniserie que dará mucho que hablar: "Lo que escondían sus ojos". Encarna a Francisco Franco. "Me he divertido mucho y estoy contento con el resultado. Queríamos huir de la parodia, de la farsa, que el personaje en la pantalla tuviera el espíritu real, su perfume. Como actor yo no juzgo a los personajes, cuando hice al poli fascista de 'La isla mínima' en ningún momento traté de juzgar su ideología, uno trata de entender a los personajes, ser un vehículo que sume para contar la historia.Luego, cuando te quitas el uniforme, opinas lo que quieras, pero interpretando no. Vi mucho documental, mucho archivo de la época, y leí mucho. Trataba de acercarme a él sin imitarlo, eso sería lo más sencillo, lo más tramposo y un suicidio. Sobre todo tratamos de que fuera peligroso, amenazante, que se viese que durante cuarenta años fue el amo de un país sin que nadie le tosiera. Era un tipo muy hogareño y tenía una relación muy particular con Carmen Polo y su hija. Le hemos dotado de colores por así decir. Como actor ha sido un viaje muy interesante".

Está preparado para posibles reacciones hostiles: "Hice una entrevista para un diario en la que el titular hacía referencia a Franco, decía que extrañamente seguía viviendo en muchos españoles que lo añoraban. Me puse a leer los comentarios de algunos lectores y, craso error, los insultos eran uno detrás de otro. Es curioso cómo hay gente que piensa que los actores no podemos opinar sobre asuntos que nos atañen social y políticamente.Gente que habla sin saber y que nos llama parásitos porque cree que todo esta subvencionado. A mí me gustaría que el ministro Cristóbal Montoro, al que se le llenó la boca diciendo que somos muy malos, dijera que las arcas del Estado han recibido mucho más dinero del cine español del que le han dado".

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