Las representaciones de "El caballero de la rosa" el próximo mes de diciembre en la Royal Opera House de Londres podrían ser las últimas que protagonice la soprano Renée Fleming, decidida a "divertirse" tras una vida de trabajo "muy duro". Trabajar "duro" y comunicarse con el público para "llegar" al corazón son las claves del canto, según la estadounidense, que ha dado una "masterclass" en la Escuela Superior de Canto de Madrid antes del "muy variado" y "entretenido" concierto que ofrecerá hoy en el Teatro Real.

"Me encuentro en un momento de mi carrera en el que mi reto es divertirme", ha afirmado la artista, que acaba de cumplir 57 años, de los que ha dedicado la "casi totalidad" a formarse y a su carrera.

Fleming empezó como cantante de jazz y luego decidió aprender lírica, un proceso que la alejó de los escenarios hasta los 30 años, cuando tuvo su primer gran éxito, con "Le nozze di Figaro", en la Ópera de Houston.

La cantante ha confesado que la interpretación de "El caballero de la rosa" que ofrecerá en diciembre en Londres "podría" ser la última de su carrera. Tras 25 años de trayectoria, afirma se está alejando "del repertorio estándar" porque "la ópera consume mucho tiempo".