Los reyes Felipe y Letizia, sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la reina Sofía asistieron a la misa del Domingo de Resurrección en la Catedral de Palma, como es tradición durante la estancia de la familia real en Mallorca por las vacaciones de Semana Santa. Es la primera vez en la que se vio en público a las hijas de los Reyes desde hace cinco meses y medio, en concreto desde el pasado 12 de octubre cuando acudieron al desfile militar por la celebración de la Fiesta Nacional. Es el segundo año que don Felipe y doña Letizia asistieron como reyes a esta misa, a la que acudían en ocasiones anteriores como príncipes de Asturias.

Alrededor de un millar de personas, entre turistas y curiosos, se congregaron a las puertas de la seo mallorquina para ver a los Reyes, que llegaron sobre las 12:00 del mediodía, hora de inicio del acto religioso. Al igual que el año pasado, el Rey llegó conduciendo su propio vehículo.

El obispo de Mallorca, Javier Salinas, los miembros del cabildo catedralicio y acólitos dieron la bienvenida a la familia real a su llegada a la catedral, donde se notó la ausencia de representantes del Gobierno balear, conformado por socialistas y econacionalistas, con el apoyo de Podemos.

Los Reyes y sus hijas posaron unos minutos para los fotógrafos y cámaras apostados a las puertas del templo antes de entrar a la misa y saludaron al público, que les aplaudió a su entrada.

La reina Letizia vestía unos pantalones negros y una blusa marinera, que combinó con un abrigo y bolso fucsias, mientras la reina Sofía eligió un abrigo de flores en tonos verde y morado. El rey Felipe llevaba un traje azul claro, y sus hijas, pantalones y rebecas en tonos pastel.

La misa duró unos 45 minutos y contó con la participación de las corales de la Escolanía y la Capella Jove de la Seu. A la salida, los reyes volvieron a posar para los fotógrafos recibieron los vítores de los asistentes, alguno de los cuales gritó, "¡Viva el rey, viva la reina!" y "¡Guapos!".

Este año, al igual que el anterior, no acudieron a Palma por las vacaciones de Pascua ni el rey Juan Carlos ni la infanta Elena. La infanta Cristina lleva apartada de los actividades en las que participa la familia real desde 2011, pero, junto a su marido, Iñaki Urdangarin, han estado en la capital balear semanas atrás, cuando tuvieron que declarar como acusados en el juicio del caso Nóos. Llamó la atención la ausencia de las autoridades de las islas, a diferencia de los últimos cuatro años, durante el Gobierno balear del PP.