Hoy abandonamos el invierno más caluroso de los últimos 50 años. Y aunque se acerca una temporada llena de novedades al armario, las pasarelas de moda más importantes del mundo han puesto, en las últimas semanas, la miel en los labios a las seguidoras de tendencias, pero enfocando su mirada en el próximo invierno. Porque ya se sabe que la moda va, o intenta ir, un paso por delante.

Los diseñadores y las firmas más importantes del diseño mundial subieron a las pasarelas de Londres, Madrid, Milán, Nueva York y París, sus propuestas para los últimos meses del 2016 y los primeros del 2017, en los que la clave para acertar es solo una: la mezcla; eso sí, llevada a su máxima expresión. Mezclas de tejidos, de estampados, de capas y de cortes demuestran que el "mix" es más. Nada está prohibido, las rayas se combinan con flores, los cuadros con rayas, y las flores con cuadros.

Los vestidos lady más delicados aparecen debajo de bombers de neopreno, de prendas vaqueras o de abrigos oversize todoterreno para las jornadas de trabajo o las citas informales. El terciopelo, aliado fundamental de los estilismos de este invierno, ha venido para quedarse. Vestidos lenceros hasta los pies, monos flojos que bailan sobre el cuerpo y blazers combinados con pantalones rectos o por encima del tobillo. Los plumíferos cobran protagonismo, en colores vivos y con cortes amplios.

Se presentan como la mejor opción para los looks del día a día, poniendo la nota más sport en combinaciones de aires masculinos o incluso sobre faldas tubo o a media pierna. Las bombers también se cuelan como tendencia en lo que a prendas de abrigo se refieren. Con el corte a la cintura, aparecen en todas las semanas de la moda en versión lisa con colores neutros o intensos, con cuellos de piel sintética, con bordados o con estampados de lo más variados. Debajo, camisas masculinas, sudaderas de neopreno, jerséis de cuello cisne y blusas con maxi lazadas. Las capas, las chaquetas y abrigos de corte militar y los chalecos completan el armario.

Los brillos, los metalizados y las transparencias y el "print animal" se imponen en los looks más sofisticados; apoderándose de vestidos, tops, faldas y pantalones. La artesanía se deja notar en prendas pintadas a mano, piezas de cera o de pailletes cosidos uno a uno, o aplicaciones metálicas realizadas en los talleres de las grandes casas de la moda.

Aunque el pitillo aparece en algunos looks, los pantalones anchos, los culotte o los que llegan hasta el tobillo dominan en las propuestas. En cuanto a las faldas, las mini comparten protagonismo con las de largo midi. Los vestidos de cortes lady, de inspiración cincuentera y tejidos livianos, ponen la nota dulce de la temporada. Aunque el verde caza, el granate, el azul marino y el negro y los tonos tierra dominan la paleta, los colores intensos y los empolvados demuestran que la alegría no es solo cosa del verano.

El cambio climático también anima a hacer aberturas en los botines e incluso proponer sandalias para los meses más fríos, en muchos casos con calcetines. Los tacones anchos siguen imponiéndose en botines y botas, que suben hasta la rodilla. Los zapatos masculinos y las zapatillas siguen siendo la mejor opción para los estilismos del día a día. El tejido vaquero, los plisados, las cinturas ajustadas y las espaldas descubiertas se repiten una y otra vez en las colecciones de los grandes diseñadores. Un pequeño bocado que deja con ganas de mucho más a las amantes del buen vestir.