Lola Herrera recibió ayer la noticia de que es el Premio Max de Honor 2016 "con muchísima ilusión" y "al pie del cañón" combinando cine, televisión y teatro, aunque, asegura a Efe, "empieza" a notar menos energía: "Ahora tengo que hacer algunos descansos al día", admite riéndose esta "ochentañera todoterreno".

El comité organizador de los Premios Max de las Artes Escénicas, que concede la Fundación SGAE,concedió a Herrera su Max de Honor por su "amplia trayectoria, dedicación y compromiso con la profesión escénica", un premio que le entregarán en una gala el 25 de abril en la que se fallarán 22 categorías a concurso.

"Me hace mucha ilusión porque me gustan mucho los Max. Ya tengo uno por "Solas" -a Mejor Actriz Protagonista- pero este es muy especial. Los años van pasando y van llegando estas cosas si estás a pie del cañón como yo lo estoy. Son empujones que te ayudan a estar de pie y a estar ilusionada por lo que haces", aseguró.

Es, "antes que nada", resume, "una actriz todoterreno" y por eso, si algo le gusta lo hace: "siempre he mantenido mi compromiso con el teatro, que es muy absorbente, pero nunca es tarde para hacer cine o televisión".

Herrera (Valladolid, 1935) está terminando de grabar su participación en la serie "Amar es para siempre" (Antena 3), donde interpreta a una elegante y discreta enfermera, asistente en la consulta del doctor Martos.

"Fue un papel que me interesó mucho, porque trataba el tema de la eutanasia, aunque con el paso de los capítulos se ha ido desdibujando", señala. Entre febrero y marzo ha rodado el debut en el cine del guionista de televisión Andreu Castro, "Pasaje al amanecer": "Escribió el papel para mí y es una historia y unos personajes preciosísimos. Vale mucho la pena porque no escriben tantos papeles para gente mayor".