Según un estudio coreano, los hombres cuyos dedos índices son más cortos que los anulares podrían tener penes más largos. Es cosa de la testosterona prenatal. El candidato republicano Donald Trump ha desmentido en directo en un debate electoral televisado sus dimensiones. Un artista le dibujó una vez con un micropene. Una metáfora gráfica, supongo. Pero como en el amor, la guerra y la política todo vale, sus rivales no pierden ocasión para recordarle el detalle. Claro que hay más. Trump tiene las manos pequeñas, los dedos cortos y rechonchos. Y el otro aspirante se dejó de chismes o leyendas urbanas y atacó por la base científica. "Miren estas manos, ¿son pequeñas?. Mi oponente dijo que si mis manos son pequeñas algo más podría ser pequeño, pero les garantizo que no hay problema con eso, se lo garantizo", replicó el magnate, conocedor también, como se ve, de los ensayos y las probetas. Nuestro Congreso será lo que sea, un circo, un sainete, un Sálvame, lo que quieran, pero ahí todavía no ha llegado. ¡Con lo de macho ibérico que es eso de poner los reales sobre la mesa! Ahí está Bertín, por ejemplo.
