La escritora estadounidense Donna Leon, autora de la serie negra del comisario veneciano Brunetti, ha hecho en el Festival BCNegra una defensa a ultranza de la novela negra mediterránea, frente a una novela negra nórdica que "no disfruta de la gastronomía y se recrea en exceso con la muerte".

Con un sentido del humor desbordante, Donna Leon ha iniciado la conferencia de prensa sorprendida por los semblantes serios de los periodistas, y ha invitado al auditorio a mostrar su cara más alegre y mediterránea o amenazaba con "no contar chistes".

A su juicio, "evidentemente que existe una novela negra mediterránea y la prueba es la gastronomía, la comida; mientras que en las nórdicas los personajes no comen, no saben comer, pero sí beben y mucho. Eso lo encuentro extraño y deshumanizado".

Otro elemento característico es "esa fascinación de los nórdicos con el hecho físico de la muerte. Para mí ya hay bastante con que haya un personaje asesinado, ya le has quitado su vida, su futuro, su diversión, todo".

La autora detesta "las largas descripciones de las autopsias de las novelas nórdicas", que encuentra "desagradables e innecesarias".

En cuanto a los casos de corrupción en la policía, Leon considera que "en el sur de Europa se habla más y de manera más abierta, pero yo me resisto a creer que la policía sea menos corrupta en EEUU o el Reino Unido, y las noticias demuestran que la policía se creen con el derecho legal de matar a un joven negro que ha cometido una pequeña infracción, como aparcar en doble fila".

Donna Leon, que recibió ayer en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, el Premio Carvalho 2016 en reconocimiento a su contribución al género negro con su serie Brunetti, ha comentado que "el premio es un honor enorme".