Raúl González y su esposa Mamen Sanz conceden a la edición española de la revista Vanity Fair su primera entrevista conjunta acompañada del también primer posado de la pareja.

Mamen desvela como nació su historia de amor: "Nos conocimos a través de un amigo común, que me presentó a Guti y a Álvaro también. La verdad es que me costó decidirme a salir con él. No me ofrecía mucha confianza el mundo de los futbolistas. Traté de apartarme una y otra vez, pero el destino no me dejó". Finalmente todo ha salido de maravilla ya que siempre recordaremos a Raúl besando su inseparable alianza y dedicándole cada gol a la mujer de su vida.

Se trata de uno de los matrimonios más sólidos dentro del panorama deportivo. En esta entrevista se retratan como una familia unida, sencilla y sobre todo muy deportista."En Nueva York -donde residen actualmente con sus cinco hijos- casi no usamos el coche. Vamos en metro o caminando. No es una ciudad pensada para cinco niños, no se ven esas familias por la calle. Pero hemos tenido suerte, acuden a un colegio católico que está a doce bloques andando. Se han integrado muy bien y el mayor está ya en la high school. El fin de semana vamos todos a Central Park a montar en bici o a correr". Además, cuentan que están preparándose todos juntos para correr la Maratón de Nueva York y que sus hijos no tienen móvil ni tablet. "Prefiero que los niños jueguen entre ellos", declara la feliz madre.

Las dos mudanzas desde que abandonaron Madrid hace sesi años hicieron que perdieran el apego a las cosas. Mamen explicó a sus hijos que "donde estuviéramos juntos, estaría nuestro hogar. El hogar no son los objetos, son las personas. En cada mudanza trato de llevar lo justo. La casa de Alemania la monté de Ikea, para no tener apego a las cosas. Lo único que me importa son las fotos de mi familia". Una vida tan internacional ha traído indudablemente beneficios para la educación de los niños: "El bagaje que tienen hoy no lo aprenden ni en los libros ni en la mejor universidad. Saben idiomas, son tolerantes y aceptan todo".

A sus 38 años la leyenda del deporte explica sus proyectos personales y profesionales dejando claras las ganas de volver a su ciudad: "Tengo un proyecto de formación, aprender lo que rodea al fútbol: dirección deportiva, negocio. Es un periodo de hacer cosas sin ninguna presión para decidir qué me gusta y en unos años regresar a Madrid". No deja muy claro sí pasará al otro lado convirtiéndose en entrenador: "Me lo dicen, me quieren empujar. Necesito mi tiempo. Mi vida ha sido tan clara, ahora tengo que pensar, ver si echo de menos competir". El astro del balón repasa su trayectoria y reconoce algunos de sus errores en el pasado: "Con 19 o 20 años tuve que dar una rueda de prensa porque decían que salía por la noche, que bebía. Tuve que sentarme ahí para decir que quería seguir siendo futbolista. Piensan que los futbolistas debemos estar siempre en casa o en el gimnasio, pero ¡tenemos vida! Cuando pierdes tres o cuatro partidos estalla la crisis. Cristiano marca 50 goles y en cuanto no marca dos, ya empiezan con qué le pasa".

Reconoce que no es fácil ser futbolista, sobre todo por la temprana edad con la que llega el éxito: "Se nos exige demasiado. De niño me fijaba en la gente que hacía las cosas bien, en Butragueño. Te podía gustar o no como jugador, pero las madres lo querían para novio de sus hijas. Los niños están ahí observando todo, repiten y hacen los gestos de los jugadores... Pero también a veces nosotros somos niños, hay niños de 20 años, de 25, no te dan un curso para enseñarte a tener mucho dinero, a poder comprarte lo que te da la gana, a que todo el mundo te alabe", aunque admite que a él el dinero no se le subió a la cabeza: "Yo tenía a mis padres. Y mi forma de ser. Soy un poco raro... No me gustan los coches ni los relojes, me gusta la vida, los pequeños detalles, dar un paseo, el contacto con la naturaleza, ir al cine, ver deporte, estar con los amigos y tomar una cerveza...".

Raúl habla sobre sus últimos años en el Real Madrid. "He sido muy feliz allí, mis mejores años. Pero hubo un momento en que no disfrutaba. Cuando eres el capitán, llevas mucho tiempo y hay cambios de presidentes... Perdía energía en otras cosas y no estaba fresco en el terreno de juego. Además, a veces tu cabeza quiere, pero el cuerpo no te da... Jugaba con dolor. Llega un momento en que siempre te duele algo, te levantas por la mañana y piensas: Ay, ¿cómo voy a ser capaz de jugar?". Respecto a sí el club debe dar ejemplo afirma: "El club debe dar ejemplo y transmitirles su espíritu a los jugadores. El Madrid es un club muy grande, con unos valores, y sus jugadores y trabajadores deben estar en esa línea. Y el que no esté, no tiene cabida. Pero hay que marcar esas líneas muy bien".

Se atreve a dar su opnión sobre otros grandes del mundo del fútbol como Mourinho: "Casi todos los jugadores hablan bien de él. Hizo un trabajo extraordinario en el Real Madrid". Sobre Cristiano Ronaldo: "Una bestia física y buena gente. Tengo uno estupenda relación con él". Se considera amigo de Pep Guardiola: "Nos gustaba mucho el fútbol, la rivalidad era muy bonita, igual que luego la he tenido con Pujol o con Xavi. Pep y yo coincidimos en la Selección. Siempre hubo química. Es uno de los mejores entrenadores de la historia". Sobre la rivalidad con el Barça: "He paseado mil veces por Barcelona con Mamen y la gente nos trataba maravillosamente. La rivalidad ayuda a los dos clubs: el Barça no sería sin el Madrid y viceversa. Se necesitan mutuamente. Cuando ellos ganan Copas de Europa me alegro, al final es un equipo español y no he tenido ninguna duda de proclamarlo públicamente. ¿Por qué voy a desear el mal a alguien? No entra dentro de mi forma de ser."