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Vargas Llosa y Preysler, de la mano por la cultura

La pareja acapara la atención en el homenaje en Barcelona a la agente Carmen Balcells

Preysler y Vargas Llosa, ayer, en un acto en Barcelona. // Efe

El mundo de la cultura, encabezado por Mario Vargas Llosa (que llegó al acto acompañado por Isabel Preysler), Eduardo Mendoza, Carme Riera, los hijos de Gabriel García Márquez y Joan Manuel Serrat, rindieron homenaje, la noche del martes, en el Palau de la Música, a la agente literaria Carmen Balcells, "Mama Grande", como era conocida, fallecida el pasado mes de septiembre. En una glosa de la superagente literaria, la escritora y académica Carme Riera se refirió en todo momento a Balcells en presente, porque "me cuesta hablar de ella en pasado, pues sentimos que está todavía entre nosotros".

Recordó las palabras de la agente según las que "nos trata así de bien y nos tiene cariño, porque nos ve como amigos, y no como clientes". Se refirió a los "milagros" que hizo en vida, uno de ellos, adelantarse a la ley de propiedad intelectual y conseguir que los autores dejaran de firmar contratos draconianos, o la ley de 1999 que permite a los escritores no tributar a Hacienda por los adelantos editoriales en un año y dividirla en varios ejercicios". Riera pidió a la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, que ponga el nombre de la agente a una calle o una plaza de la Ciudad Condal.

Por su parte, Mario Vargas Llosa subrayó que el legado de Carmen Balcells "es una obra que no tiene la misma visibilidad que la de otros creadores, porque es una obra diseminada entre esos escritores que gracias a ella tuvieron la enorme felicidad de ver impreso por primera vez un libro suyo". La herencia, dijo, también está en esos editores que gracias a ella rompieron "la visión provinciana que tenían de su oficio y se atrevieron a publicar a jóvenes autores y buscaron, fuera de España, a autores latinoamericanos".

"Su vacío será difícil de llenar, "Mama Grande", amiga entrañable, descansa en paz", concluyó el premio Nobel peruano, ya con la voz rota. Serrat, uno de los intérpretes preferidos de la agente, dedicó a Balcells "Paraules d'amor", que todos los asistentes acabaron cantando a coro.

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