Las aspiraciones monárquicas de Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú, pretendiente legitimista al trono de Francia, nunca se han tomado en serio en el país vecino, y mucho menos en España, donde reina su primo segundo, Felipe VI. Hasta hace unos meses, cuando los últimos atentados terroristas perpetrados por islamistas en suelo galo han hecho considerar a un sector de población -de tendencia conservadora- si un rey no sería una buena solución para cambiar el rumbo del país.
El hijo de Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, alberga el sueño de ser algún día rey de Francia. Y para ello no descuida la vinculación con los defensores de su causa, que le organizan misas, recepciones y conferencias a las que los invitados acuden ataviados como si la corte realmente hubiese retornado a Versalles.
Luis Alfonso de Borbón no tiene nada que perder y, tal vez, sí algo que ganar. De momento, tanto él como su esposa, la venezolana Margarita Vargas Santaella, hija de un potentado banquero, presidente del Banco Occidental de Descuento, de nombre Víctor José Vargas, del que se dice que financió la primera campaña presidencial de Hugo Chávez, acaparan protagonismo social y de vez en cuando salen en la portada del "Paris-Match" -la biblia del corazón francesa- y del "¡Hola!" español.
Luis Alfonso de Borbón, que tiene parte de sangre asturiana, por parte de su bisabuela materna, Carmen Polo, posee doble nacionalidad, francesa y española.
En Francia sus partidarios le llaman duque de Anjou, un título sin validez legal en España, donde, oficialmente, no posee distinción nobiliaria. Su padre, Alfonso de Borbón y Dampierre, ostentó el ducado de Cádiz, propiedad de la Corona española, que le fue concedido por su tío Juan de Borbón, conde de Barcelona, a sugerencia de Franco, cuando Alfonso se casó con su nieta, Carmen Martínez-Bordiú.
El anterior jefe del Estado, Franco, le concedió por decreto la facultad de usar el título en España. Tras la muerte de Alfonso, el ducado volvió a revertir a la Corona española, su legítima propietaria.
Los hijos de Luis Alfonso y Margarita, los gemelos Luis y Alfonso, llevan aparejados sus ducados de Burgundy y Berry, respectivamente. La benjamina, Eugenia, simplemente es princesa; eso sí, en Francia. En España la única princesa reconocida como tal es Leonor de Borbón y Ortiz, princesa de Asturias y heredera de la Corona española.
Tras la firma del Tratado de Utrecht ningún monarca español expresó deseo alguno de aspirar a ser rey de los galos, ni siquiera Alfonso XIII. Sin embargo, el infante Jaime, uno de sus hijos y abuelo de Luis Alfonso, y posteriormente su hijo Alfonso se empeñaron en convertirse en duques de Anjou, en contraposición a la dinastía Orleans, representada por el conde de París, de la rama de los Capeto, que también aspira a ese hipotético trono francés.
Tras casarse con Margarita Vargas en la República Dominicana, el matrimonio se instaló en Venezuela. El 18 de septiembre de 2010, la familia se trasladó a Madrid, donde residen. Sus tres hijos han nacido en Estados Unidos. Luis Alfonso desempeña el cargo de vicepresidente internacional del Banco Occidental de Descuento, propiedad de su suegro, Víctor Vargas. Como sucesor legitimista al trono de Francia, ostenta el Gran Maestrazgo de las Reales Órdenes del Reino de Francia. Y en virtud de ser jefe de la Casa de Borbón francesa ha recibido numerosas distinciones.
