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El silencioso retiro español de Isabel Perón, la otra expresidenta argentina

La viuda del general, que reside en Villanueva de la Cañada (Madrid), asumió la Jefatura del Estado tras la muerte de su marido, hasta ser derrocada en 1976

A la izq., Isabel Martínez de Perón, en una imagen de archivo. Sobre estas líneas, con Juan Domingo Perón, durante su matrimonio.

Refinada, elegante y discreta. Y eso que fue la tercera esposa de Perón, primera mujer presidenta en América y Argentina, y primera del mundo en encabezar una república. María Estela Martínez Cartas, conocida como Isabel Martínez de Perón, es la cara opuesta de Cristina Fernández, la presidenta saliente.

Isabelita vive a sus 84 años un silencioso retiro en Madrid, desde donde asiste a los cambios políticos propiciados por la victoria de Mauricio Macri en su país natal, al que ha vuelto en contadas ocasiones desde que el golpe de estado de los militares la desalojó del poder en 1976.

Isabel, que era vicepresidenta, fue proclamada jefa del Estado en 1974, dos días después de la muerte de Juan Domingo Perón. Tras residir en Puerta de Hierro, la exbailarina, de la que se enamoró perdidamente el líder de los descamisados, habita ahora en una urbanización de Villanueva de la Cañada, a 30 kilómetros de Madrid, con un buen nivel, pero sin el caché de su anterior zona residencial, considerada como una de las mejores de Madrid.

Estela no pasa estrecheces gracias a la indemnización que logró del Estado argentino cuando, una vez afianzada la democracia en el país latinoamericano, puso una demanda por la expropiación que sufrió durante el golpe militar y su encarcelamiento posterior.

La justicia española rechazó en 2008 extraditarla por su presunta relación con crímenes cometidos durante su mandato. La expresidenta llegó a contratar a un investigador privado para saber si había alguna cuenta a nombre de su marido en Suiza. Por lo visto, no obtuvo resultados. La familia de Eva Duarte, la segunda esposa de Perón, reclamó parte de la herencia del general, a pesar de que Evita había cedido todos los derechos sobre ella a su marido. Se cuenta que, precisamente para pagar a los Duarte, Isabelita vendió el casoplón de Puerta del Hierro.

El tercer mandato del general comenzó en 1973 y fue breve. Su salud se deterioraba y el sábado 29 de junio de 1974 traspasó el mando a Isabel. Dos días después murió. Ese mismo día la viuda se dirigió a la nación con la voz quebrada para dar la noticia: "Con gran dolor, debo transmitir al pueblo el fallecimiento de un verdadero apóstol de la paz y la no violencia". También pidió "entereza y ayuda". No tuvo toda la necesaria para conducir aquel gran buque argentino. Isabel carecía de la experiencia de su marido y tampoco poseía el carisma de Evita. Argentina atravesaba momentos convulsos con conflictos sociales y la creciente escalada de violencia de una guerrilla que no cesó sus ataques contra el Gobierno constitucional.

Estuvo arrestada cinco años. Primero en la residencia el Messidor, en Neuquén, y luego en una quinta ubicada en Buenos Aires. En 1981 quedó en libertad y se instaló en España. En 1983 Isabel volvió a Buenos Aires para asistir a la investidura de Raúl Alfonsín.

En noviembre de 1988, el político, que fue líder del Partido Radical, la recibió en la quinta de Olivos. Tres años más tarde, Isabelita volvió a la residencia presidencial para verse con Carlos Menem, que, como ella, era oriundo de la ciudad argentina llamada La Rioja.

La vida de Isabelita tiene tintes novelescos. Tras haber ejercido como bailarina en varios países de Sudamérica, en 1961 se casó en Madrid con Perón, al que había conocido en Venezuela o Panamá (circulan varias versiones), durante su periodo de exilio en aquel país, a raíz de su derrocamiento como presidente de Argentina en 1955. El matrimonio vivió trece años en Madrid, hasta el regreso a Argentina en 1973.

El congreso del Partido Justicialista eligió a Isabelita (conocida así por el nombre artístico de Isabel Gómez que usaba en sus actuaciones) candidata a la Vicepresidencia en las elecciones del 23 de septiembre de 1974. La fórmula Perón-Perón obtuvo un triunfo arrollador.

A la muerte del general, el 1 de julio de 1974, su esposa accedió automáticamente a la Jefatura del Estado. El 21 de febrero de 1985 dimitió como presidenta del Partido Justicialista, puesto que ocupaba desde el fallecimiento de su esposo.

Estela Martínez es la hija menor de Carmelo Martínez (1893-1938) y de María Josefa Cartas (1897-1966). Su padre, un empleado bancario porteño, se hallaba destinado en La Rioja. Ella pasó su infancia en Buenos Aires, donde cursó sus estudios primarios y luego de danza. Huérfana de padre en 1938, se distanció de su familia y se sumó a una compañía de danza con la que recorrió Latinoamérica.

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