Cuesta imaginar. ¿Isabel Preysler mostrando los cortinajes y vajillas de su mítico hogar en un vídeo semicasero como Saritísima? Difícil visualizar a la reina de corazones sentada en la punta del sofá, con las piernas cruzadas, muy juntas y ladeadas, fuera de su hábitat natural, la portada de "¡Hola!". Una utopía llegar a contemplar fotografías de la casa con más baños de España pegadas en el escaparate de una inmobiliaria. Hubo un boom de famosa vende casa: Sara Montiel, Carmen Martínez Bordiu, María José Cantudo... Pero hoy apenas mantiene el espíritu Mari Tere Campos, la novia y jefa de Bigote. Ella vende, aunque desde la discreción. Siguiendo el ejemplo impagable de Isabel III la Grande, la Preysler. ¿Venderá Isabel IV, a la Pantoja aludo, también sus bienes patrimoniales? Es eso, o darle al cante, y desde Alcalá de Guadaíra se antoja complicado. Ahora la Fiscalía sí está por la labor de que la tonadillera gorjee libre. Para que se gane la vida, se reinserte y salde sus cuentas. Cantando sobre los escenarios o por los platós y las revistas. Malagueñas. O duetos con Cachuli.
