Que Carmen Lomana entre en liza política no es tan abracadabrante como que sobreviviera en un islote sin mayordomo ni pedicura. La socialité quiere ser una Margaret Thatcher. Pero en fashion. El salto a las listas de Vox surgió en una merienda. Igual que la amistad con Monedero. Yerran quienes piensan que los acuerdos de Estado se sellan en almuerzos, cenas o cócteles. En España somos más de merienda. El único sorprendido es el podemita. En casa del monedero, cuchillo de palo. Al resto, nada puede impresionarnos: Leticia (Sabater) tonteó con Rivera y a Belén Esteban alguna encuesta la señalaba como tercera fuerza política. El Yoyas casi amarra la vara de alcalde. Y Carmen de Mairena despuntó en su día como líder independentista. ¿Quién da más, Mas?
