El emblemático Big Ben de Londres, construido en 1859, necesita una urgente reparación, estimada en 40 millones de libras (52 millones de euros), que puede obligar al famoso reloj a permanecer en silencio durante unos tres años, revela el dominical británico "The Sunday Times".

Según fuentes al tanto del estado de la torre que alberga el Big Ben, el mecanismo del reloj, que pesa cinco toneladas, "está por fallar y éste es un problema catastrófico", por lo que es necesario empezar con la reparación lo antes posible.

Si bien no hay problemas estructurales en el edificio, ubicado en el palacio de Westminster, hay fallos en las agujas del reloj y un desequilibrio en el péndulo, lo que hace cada vez más difícil que pueda dar la hora de manera exacta, agrega el rotativo. El plan de restauración incluye instalar un ascensor en la torre y modernizarla para que cumpla con los requisitos de seguridad que establece la estricta ley de Seguridad y Salud británica, que regula todos los lugares donde trabaja gente.

Según la misma fuente, estos trabajos han sido ya aprobados por el comité administrativo de la Cámara de los Comunes, y el coste ha sido estimado en unos 40 millones de libras.

Los expertos aún no saben el tiempo que se parará el reloj para hacer las reparaciones, pero se estima que puede llegar hasta tres años debido al difícil estado en que se encuentra.

Ésta no es la primera vez que el reloj, cuyas campanadas al dar la hora, la media hora y los cuartos tienen un sonido distintivo, fue parado, siendo la última en el año 2007.