"Corre Mari Luz, corre", le pedían, a través de un vídeo, algunos de los niños enfermos de cáncer ingresados en la Fundación St. Jude a Mari Luz Viñas, la ultrafondista dominicana que se preparaba para encarar un nuevo reto: correr los 750 kilómetros que separan la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port de la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela.

Ese desafío, denominado "El reto del Camino", ha permitido recaudar miles de euros para los niños de la Fundación St. Jude. "Cada día llevé una foto de un niño porque sabía que me daría la fuerte necesaria para terminar cada etapa", reveló Viñas durante su intervención en el "Fairway", el I Fórum del Camino de Santiago, que arrancó ayer en la Cidade da Cultura.

15 etapas, 52 kilómetros diarios, o lo que es lo mismo, 19 maratones en 15 días. Eso es lo que ha completado Mari Luz Viñas. "Si he ayudado a salvar una vida, mi esfuerzo y mi sacrificio ha valido la pena", aseguró, conteniendo las lágrimas, la ultrafondista: "Espero que estos kilómetros sean una fuente de vida para muchos niños".

El impacto anímico que el Camino de Santiago produce entre quienes lo recorren ha sido compartido por otros tres ponentes, todos ellos conocedores de alguna de las rutas de peregrinaje a Compostela: Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles By Marriot; Tomás Sánchez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en bicicleta y cicloturismo; y la escritora americana Susan Mann.

"El Camino me ha cambiado, y le pido a Dios que me ayude a conservar todo lo que he adquirido en estos 15 días", comentó Viñas. "La gente utiliza el Camino para evadirse. Muchos empiezan solos pero rápidamente se agrupan", añadió Catalán.

El presidente de AC Hoteles se ha convertido en un devoto del Camino. Su relación con la tradición jacobea comenzó a raíz de una promesa al Apóstol, después de que una de sus hijas sufriese un accidente. Desde entonces lleva 25 años completando la ruta desde Navarra. "Después del Camino siempre hay otro Camino", señala. Él lo tiene claro: El Camino va a ir a más. "Fuera de España nos identifican con sol y playa y lo realmente bonito es esto. Es mucho más divertido hacer el Camino de Santiago que estar en la playa en Benidorm", ironizó Catalán, quien definió la ruta de peregrinación como "una especie de motor intelectual".

"Encontré en el Camino muchísimas historias pero la común es que es un momento de la vida en el que el tiempo se para. Casi todos preguntan en qué día se encuentran. Te alejas de la vida frenética de cada día. La magia del Camino existe", aseveró Viñas.