En un lugar privilegiado, el restaurante de la parisina Torre Eiffel, la portada del trigésimo sexto álbum de "Astérix", "El papiro del César", fue presentada, una semana antes de que el tomo al completo vea la luz. Sus autores, el dibujante Didier Conrad y el guionista Jean-Yves Ferri, ya habían retomado en 2013 las aventuras del pequeño galo con "Astérix y los Pictos", un verdadero éxito editorial, con 5,4 millones de unidades vendidas, que conquistó las librerías de todo el mundo en 24 lenguas y dialectos. No faltaron al lanzamiento uno de los padres originales de estas viñetas, el ilustrador Albert Uderzo, ni Anne Goscinny, hija de René Goscinny, su primer guionista, que murió en 1977.

A pesar de la insistencia de la prensa, ninguno quiso desvelar toda la historia para no "arruinar esos 45 minutos de placer" prometidos por Uderzo a los lectores, pero sí contaron que la nueva intriga se desarrolla en torno a la Guerra de las Galias y a la visita que Julio César rinde desde Roma a los irreductibles galos.

El cómic, aunque fiel a sus orígenes, se amolda a la actualidad con personajes como Doblepolemix, un "comunicador" inspirado en el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a quien al principio quisieron llamar "Wikilix", un nombre descartado por demasiado obvio. Uderzo insistió en que los lectores quieren "cosas nuevas conservando lo viejo" y que por eso, a pesar de las novedades, "Astérix seguirá siendo pequeño y Obélix gordo".

La portada, en la que según el ilustrador original se prestó especial atención a la tipografía para reflejar "el espíritu del número", muestra a Astérix y Obélix contemplando con admiración el papiro del César, cuya importancia se desvela en las páginas interiores.