En el paraíso solitario ese en el que Mónica Ramírez -vestida a ratos como una millonaria naïf el día de su boda y a ratos como la que buscaba a Jacques- suelta a dos, o más, humanoides en cueros me gustaría ver a Alberto Isla y Techi. Dos sujetos que responden al subgénero "ex": ex de Chabelita él, ex de Kiko Rivera, hemano de Chabelita, ella. Y, al tiempo, ex marido y mujer entre sí. Con su trayectoria (21 días de matrimonio ante dios y ante los hombres) no aguantaban ni a que llegara la barcaza. Ahora se dicen oficialmente divorciados. Pero con un remojón y exclusiva mediante, o por un par de bolos, quién dice que no vuelvan al altar. Viendo el menú que sirvieron -aperitivos, atún, sorbete, carne con patatas y tarta- les sale a cuenta. El pecado original.
