Ni James Bond ni Jason Bourne, el espía del siglo XXI se llama Anacleto y es un agente secreto muy español.

"En realidad, es una película de padre e hijo, dos desconocidos que poco a poco van descubriendo sus secretos y aprenden a quererse", explicaba el director Javier Ruiz Caldera en una entrevista con motivo del estreno de la cinta el próximo viernes, 4 de septiembre.

"Anacleto: Agente secreto" es una comedia de acción en clave de humor basada en el famoso cómic de Ediciones Bruguera, siempre respetando cosas que los fans del cómic identificarán del original, como su esmoquin, su cigarrillo, su archienemigo Vázquez o su gran miedo a los desiertos.

Interpretado por un Imanol Arias de cabellera blanca, Anacleto es un espía de sesenta años que no ha sabido explicar a su hijo, Adolfo (Quim Gutiérrez), quién era realmente y que solo el peligro inminente que provoca Vázquez (Carlos Areces) hace que se sincere.

Y esa es, para Arias, "la gran reflexión que recibe Anacleto y el gran legado que recibe su hijo", quien descubre al final que el padre que creía que no se ocupaba de él se ha pasado la vida preparándole para que nadie le haga daño.

Después de "quince años siendo el padre de España" por su papel de Antonio Alcántara en la serie de TVE "Cuéntame cómo pasó", ser padre no supone ninguna novedad para el actor, pero sí es diferente el humor que traza la película, muy distinto al humor costumbrista al que está habituado en la televisión.

"Hacía mucho tiempo que no tenía que repetir tanto una frase de humor", asegura el veterano actor, que reconoce que nunca se sintió muy seguro: "Sufría haciendo humor y, cuanto más sufría, mejor me salía", añade.